Al menos dos personas murieron en los intensos combates registrados ayer en Trípoli, dos días después de que hombres armados irrumpieran en la sede del Parlamento en el peor brote de violencia desde la caída de Muamar Gadafi en 2011. Los residentes informaron de fuertes explosiones cerca de los cuarteles de Al-Yarmouk, en el distrito de Salaheddin.

También se produjeron intensos combates con baterías antiaéreas cerca de un campamento militar en Tajoura, un suburbio del este. Según una fuente del Ministerio de Salud, al menos dos personas murieron en estos enfrentamientos.

Por otra parte, el jefe del Estado Mayor de la Marina, Hasan Abu Shanak, sobrevivió a un atentado cuando se dirigía a su trabajo, según un portavoz del jefe de Gabinete, que relató que un grupo de hombres armados bloqueó la carretera por donde avanzaba la caravana de Abu Shanak y disparó varias ráfagas contra su vehículo. Estos ataques se producen en un momento de gran confusión en el país, después de que el viernes un grupo de paramilitares al mando del general retirado Jalifa Haftar lanzara un ataque contra milicias de la ciudad de Bengasi en el que murieron al menos 70 personas y 141 resultaron heridas.

Dos días después, dos milicias de la Guardia de Fronteras, originarias de Zintán, situada al suroeste de Trípoli, atacaron el Parlamento. Desde entonces, distintos cuerpos y milicias de seguridad han anunciado su apoyo a las fuerzas sublevadas de Hafter o su adhesión al Parlamento.

El ministro de Interior libio en funciones, Sale Mazeg, aclaró que su Departamento no ha ofrecido su apoyo al general, a pesar de que la agencia estatal LANA había difundido un comunicado en el que supuestamente se anunciaba este respaldo.