El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Javier Esparza, firmó ayer, en nombre del Gobierno navarro, con la constructora OHL y la concesionaria Agbar el contrato para las obras de ampliación de la primera fase del Canal de Navarra, que comenzarán a finales de año y está previsto que concluyan en 2017, con un presupuesto de 15o millones de euros.

La obra afectará a quince localidades de las cuencas de los ríos Ega y Arga, donde se han registrado protestas de regantes que denuncian que se les obligará a comprar el agua a un precio superior al que tiene actualmente y a realizar cuantiosas inversiones, por lo que alertan de que se pondrá en riesgo la huerta tradicional en beneficio de explotaciones intensivas de carácter industrial.