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Las cajas rurales defienden su papel en el futuro del sector financiero como una alternativa a la gran banca

Las cajas rurales defendieron ayer el papel que desempeñan dentro del sector financiero, en el que se ven como la única alternativa viable a la gran banca y capaces de tener una mayor presencia en el futuro tras la desaparición de las cajas de ahorros tradicionales.

Con motivo de fórum «Grupo Caja Rural: un modelo de futuro» celebrado en Madrid, representantes de la banca cooperativa insistieron en que sus entidades son casi las únicas que realizan una labor social en el medio rural, y que las autoridades deben promocionar su existencia y controlar que se dediquen a los fines para los que fueron creadas.

En este sentido, Ernesto Moronta, presidente de la Asociación de Cajas Rurales -en la que está integrada Caja Rural de Navarra-, afirmó que al margen de estas entidades no hay otra opción a la gran banca y añadió que «la gestión prudente, seria, que conoce la realidad del cliente y sus limitaciones» es imprescindible para que una entidad financiera tenga éxito.

Los participantes en el foro insistieron en que las rurales son las únicas entidades que mantienen sucursales menos rentables en municipios pequeños, tras los cierres de oficinas de las antiguas cajas de ahorros, convertidas ahora en bancos.

Apuesta por la diversidad

La banca cooperativa cree que una de las causas de los problemas del sistema financiero fue que la normativa permitió que las cajas, que nacieron bajo un modelo de banca regional minorista, se convirtieran en entidades con proyección estatal e incluso internacional.

Por ello, las cajas rurales abogan por la diversidad, un valor crítico para asegurar que los servicios bancarios alcancen a toda la sociedad de forma equilibrada y a un coste razonable.

Al concepto de diversidad aludió el director general de la Asociación Europea de Banca Cooperativa, Hervé Guider, quien pidió a los reguladores y supervisores europeos que defiendan los distintos modelos de entidades que operan en Europa.

Guider recordó que la contribución de la banca rural a la economía europea ya se ha demostrado, con los más de 200 millones de clientes que operan con ellos, por lo que es necesario preservar la diversidad, un pilar de estas entidades.