Ramón SOLA

Eibar y Extremadura, los más modestos entre 60 competidores en 83 ligas

Solo una vez se vio algo parecido en los 86 años que tiene la Liga, por la que han pasado 6o equipos: fue en la localidad pacense de Almendralejo, con el Extremadura, en la segunda mitad de los 90. Las poblaciones resultan similares, aunque los extremeños superaban a los eibartarras en datos como la capacidad de su estadio (14.000 espectadores, más del doble de Ipurua). El Eibar será por ello noticia mundial bien merecida desde esta hora.

Desde que la Liga estatal surgió en 1928 (se han jugado 82 ediciones, una por año salvo los tres que sucedieron al Alzamiento fascista), solamente una vez una ciudad del volumen de población de Eibar ha llegado a acoger partidos de Primera División. Fue Almendralejo, la sede del Extremadura, que la disputó en dos ocasiones: la 96-97 y la 98-99. En ambas descendió, y luego su pista se perdió hasta desaparecer hace unos pocos años, si bien un equipo refundado con su mismo nombre juega hoy en Tercera División.

Aquel once de los Kalla, Manuel, Pedro José, Toril o Juanito, que curiosamente vestía de azulgrana como el Eibar, marcaba hasta hoy la marca del equipo más modesto que jamás llegó a la tantas veces llamada mejor liga del mundo. El Eibar le disputa ahora ese entorchado. A nivel de población, Almendralejo supera hoy con mucho a Eibar, ya que tiene más de 40.000 habitantes frente a 27.000 de la villa amera. Sin embargo, paradójicamente en aquellos años Eibar era mayor, con cerca de 35.000 habitantes frente a unos 25.000 de Almendralejo.

Ipurua, sin parangón

Los extremeños sí contaban con más poderío económico, que les llevó a derruir casi completamente su estadio y construir uno nuevo en tiempo récord (el Francisco de la Hera) con capacidad para 14.000 espectadores nada más lograr el asalto a Primera. Ipurua tiene menos de 6.000 localidades. En las principales ligas europeas solo se le pueden equiparar algunos estadios de equipos menores de Holanda.

En el resto de las 82 ligas jugadas hasta el momento (83 con la siguiente) no se encuentra nada igual, lo que sitúa el logro del Eibar en un nivel de auténtica hazaña. Con el añadido de que lo suyo no ha sido una aparición fulminante en las categorías superiores para luego perderse en el olvido, sino una carrera sostenida en Segunda. De hecho, es el equipo número 26 en el ranking histórico de puntos obtenidos en la categoría de plata, que lideran Murcia, Hércules y Sporting. Militó en Segunda ininterrumpidamente de la 1988-89 a la 2005-06, y tres veces estuvo a punto de subir o promocionar. La sorpresa se relativiza, por tanto, si se mira desde este prisma de la constancia.

En volumen de población, Eibar se queda lejos de otros de los equipos más modestos que han llegado a Primera: la Soria del Numancia tiene más de 40.000 habitantes, Villarreal o Alcoy cuentan con más de 50.000 hoy día, Mérida alcanza 100.000, al igual que Sabadell, los históricos vascos Irun (Real Unión) y Getxo (Arenas) también le superan con creces...

De capitales a barrios... y Marruecos

Entre esos 60 equipos destacan los correspondientes a capitales de provincia, incluidas algunas que tuvieron una presencia fugaz como León (con la Cultural), Pontevedra, Lleida, Jaén, Burgos o Tarragona (Nástic). Eibar toma la delantera a un buen número de cabezas de provincia que nunca han llegado a la elite: Zamora, Ávila, Ourense, Lugo, Girona, Teruel, Huesca, Guadalajara, Ciudad Real, Cuenca, Palencia...

A principios de los 5o alcanzó la Primera División incluso un equipo marroquí -entonces todavía protectorado del Estado español-, el Atlético Tetuán, más tarde fusionado con el Ceuta. Pero tampoco aquí hay punto posible de comparación, dado que Tetuán tiene hoy más de 300.000 habitantes.

Otras dos curiosidades llegan de Barcelona. El Condal jugó una temporada en Primera también en los 50, pero en realidad era el equipo filial del Barcelona (cambió de nombre para poder disputar la Liga). Y el Europa, hoy también en Tercera División, disputó las tres primeras ediciones; es el club del barrio de Gràcia, distrito que hoy cuenta con más de 120.000 moradores. Vallecas, su homólogo madrileño, tiene más de 300.000.

Un milagro mucho mayor que Evian, Sassuolo, Burnley o Paderborn

En las otras grandes competiciones europeas también es inverosímil un caso así. Se podría evocar al Evian francés en los últimos años, dado que Evian-les-Bains apenas tiene 7.000 habitantes, pero en realidad se trata de un equipo compartido con las ciudades anexas de Gaillard y Thonon-les-Bains, y esta última acoge unos 150.000 habitantes. El Lorient bretón asombró el pasado año al quedar octavo en el mismo torneo; la ciudad tiene 58.000 habitantes. Cabe citar también al Sassuolo italiano, con sede en la ciudad del mismo nombre de 41.000 vecinos, y que en su debut ha logrado esquivar el descenso. En Inglaterra se está destacando la modestia del Burnley, recién ascendido equipo de una ciudad de 73.000 almas. Y en Alemania la referencia de moda es otro recién ascendido a Bundesliga: el Paderborn partía con el menor presupuesto de Segunda, pero se nutre de una población -hermanada con Iruñea- de 145.000 personas.