Aritz INTXUSTA IRUÑEA
Escenarios postelectorales

EH Bildu: «Ahora sabemos por qué UPN no quiso elecciones en mayo»

Los resultados de las elecciones en Nafarroa refrendan que el cambio es posible, aseguraron ayer desde EH Bildu. Aunque la ausencia tanto de UPN como de Geroa Bai en estas elecciones emborrona los datos finales e impide extrapolarlos al Parlamento, sí que parecen confirmar lo que apuntaban algunas encuestas realizadas durante la crisis del «caso Goicoechea», que UPN, incluso con los votos del PSN, tendría problemas para mantenerse en el poder.

EH Bildu está convencido de que, si hubieran coincidido las europeas con las elecciones al Parlamento navarro, el régimen de UPN y PSN se hubiera desmoronado para siempre. «Ahora sabemos por qué Yolanda Barcina no quería elecciones el domingo pasado», aseguró ayer Bakartxo Ruiz. EH Bildu quiso remarcar ayer que todos los partidos que están por el cambio han recibido un fuerte respaldo en las urnas que, además, ha- brían dejado claro las ganas de «regeneración política» que hay en la ciudadanía.

La coalición considera que los partidos del régimen están «debilitados» y que la sociedad ha dado un respaldo muy claro al «bloque de cambio» que se ha de articular este año para hacer posible un gobierno alternativo, incluso sin que sea necesaria la presencia del PSN.

Hasta ahora, la alianza de UPN y PSN suponía un muro infranqueable y tan solo alguna encuesta que manejaban los partidos internamente apuntaban a que el PSN podría no ser imprescindible. Los resultados de las europeas, donde el PP y el PSOE se dan un severo batacazo (el PP pierde más de 20.000 votos y el PSOE más de 30.000), irían en la misma línea. En términos porcentuales, PP y PSN juntos obtienen el 39,6% de los votos cuando hace cinco años, el PP en solitario contaba con el 37,8% y el PSOE, otro 31,5%. Es decir, han perdido uno de cada tres votantes.

Si esta bajada se trasladara a las elecciones a la Diputación, el cambio sería posible a espaldas del PSN. Actualmente, EH Bildu, Geroa Bai e Izquierda-Ezkerra suman 18 escaños y necesitarían mejorar este resultado en ocho parlamentarios más para hacerse con la mayoría. Y esto que parecía una probabilidad remota, ha pasado a la categoría de factible. Tan es así que Roberto Jiménez, que había aguantado enormes tensiones en los últimos tres años (fracaso del gobierno de coalición, ruptura del acuerdo UPN-PSN, moción de censura impulsada por EH Bildu, veto de Ferraz a la moción de censura propuesta por PSN...), ha tirado la toalla al poco de finalizar el recuento de las papeletas. El líder del PSN, que ha prometido dejar el cargo antes de que termine el año, también se marchó haciendo cábalas sobre qué resultado hubieran arrojado unas elecciones navarras el 25 de mayo. «A nosotros nos hubiera venido mejor», sostuvo el secretario general del PSN.

Pese a todo, el cambio en Nafarroa no es un hecho para nada garantizado. UPN no llamó a votar a ningún partido, aunque la preferencia por el PP que tienen Barcina y los suyos es clara. De hecho, el PP fue apoyado el domingo por 53.700 personas y, en las elecciones al Parlamento navarro tras la ruptura con UPN solo le votaron 23.449.

I-E triplica y Podemos empata

En el otro lado, figura Geroa Bai, que también dejó el voto libre a los suyos. Sí que se presentó el PNV, que tuvo el respaldo en los mítines clave de Uxue Barkos, pero que de poco le sirvió. De los más de 40.000 votos que obtuvo en las últimas generales para llevar a Barkos al Congreso, solo 5.404 votaron a la candidatura jeltzale. Ni siquiera entraría al Parlamento.

Otro elemento es la irrupción de Podemos con una fuerza equiparable a la que ha tenido fuera de Euskal Herria, rozando el 10% y superando los 20.000 votos. Tan solo con que el mismo número de personas le votara en unas autonómicas, la formación que lidera Pablo Iglesias tendría garantizados entre tres y cuatro escaños en la Cámara. En términos porcentuales (manteniendo ese 10%) le corresponderían cinco o seis. Su líder en Nafarroa, Joan Joseph Bosch ha declarado públicamente que pactaría con EH Bildu y que no se opondría a ninguna consulta sobre las relaciones con la CAV.

Lo llamativo de la aparición de Podemos es que no ha restado de ninguna de las fuerzas del cambio, a excepción de PNV. EH Bildu casi empata los resultados obtenidos por Amaiur en número de votantes y los mejora con respecto a las europeas de 2009 (cosechado por la suma de Iniciativa Internacionalista y la coalición de EA y Aralar con Esquerra y BNG). Esta mejoría, sumada al desplome del PSN, es la que les ha convertido en la segunda fuerza. En cuanto a Izquierda-Ezkerra, los resultados han sido mejores de lo que prometían. En cifras puras, supera en tan solo 300 votos a Podemos, pero el salto es enorme, dado que triplica de sobra sus datos de las pasadas europeas.

De todos modos, cifras y porcentajes son difíciles de trasladar a unas locales. En las últimas, Barcina cosechó 111.278 votos (sin contar los 23.449 del PP). Habría que sumar los votos de Podemos, EH Bildu, I-E y PSOE en las elecciones del domingo para acercarse a las cifras que consigue UPN cuando está en juego la presidencia navarra.

La distancia a cubrir es muy grande. De hecho, si se trasladan los resultados de las elecciones europeas entre los partidos que sustentan el régimen (UPN y PSN) y los partidos que proponen una alternativa (EH Bildu, I-E, Podemos y PNV) hay un empate técnico. El bloque del régimen obtiene 84.809 y el del cambio 88.890. La llave podría recaer en el último en discordia: UPyD, con 9.818.

Todo va tan ajustado como para que se pueda albergar esperanza de cambio o, por otro lado, para que Barcina hubiera tenido miedos fundados a que se hubieran celebrado también elecciones en Nafarroa el pasado 25 de mayo. Lo cierto es que, el qué hubiera ocurrido no se sabrá nunca.

Arriola quiere seguir y críticos del PSE piden dimisiones ya

Mientras la dirección del PSE de Gipuzkoa convoca congreso extraordinario con el anuncio de Iñaki Arriola de que optará a la reelección, el llamado sector crítico del PSE de Araba pidió ayer la asunción de responsabilidades por parte de la dirección del partido y la dimisión tanto de la ejecutiva de este territorio como la de Patxi López y Alfredo Pérez Rubalcaba. Recordaron que los secretarios generales habían anunciado su marcha pero no habían dimitido. Por ello, exigen su sustitución por gestoras que integren a las distintas sensibilidades del partido. Además, pidieron que se afronte ya un proceso de renovación interna basado en un sistema de elecciones primarias y, a título personal, han expresado su rechazo a la posibilidad de que Idoia Mendia sustituya a López al frente del partido en la CAV.

Los representantes de esta corriente Ivan Ruiz de Eguilaz y Maite Carnero, junto a una treintena de militantes, reclamaron también un funcionamiento más abierto y democrático del partido, puesto que no tiene sentido que, como ocurre en Araba, una corriente que agrupa al 45% de la militancia no tenga representación en la dirección provincial.

Entre tanto, entrevistado en Euskadi Irratia, el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, sostuvo que Idoia Mendia puede ser válida para el cargo de secretaria general, pero puso también sobre la mesa el nombre de José Antonio Santano, alcalde de Irun. En todo caso, Eguiguren sostuvo que el problema del PSOE es que «no tiene un proyecto» y que a los ciudadanos les parece que «no ofrece nada diferente a lo que ofrece el PP». GARA