Alberto PRADILLA MADRID
Guardia Zibilaren operazioa

Madina relata maltratos el día después de que la AN asumiera que se tortura

Tomás Madina, vecino de Galdakao detenido el martes, denunció ayer haber sufrido malos tratos a manos de la Guardia Civil durante la incomunicación. Eloy Velasco le envía a prisión y dice que tramitará su denuncia.

Apenas 24 después de la sentencia de la Audiencia Nacional española en la que daba veracidad a los relatos de tortura escuchados durante el juicio contra 40 jóvenes vascos, el tribunal especial volvió a registrar una nueva denuncia por maltrato. El galdakoztarra Tomás Madina, detenido e incomunicado el martes por la Guardia Civil, manifestó ante el juez Eloy Velasco haber sido sometido a amenazas, golpes y empujones, así como a ser obligado permanecer con el rostro cubierto con un antifaz. Este último, precisamente, es uno de los métodos de tortura a a los que hacía mención explícitamente el fallo absolutorio hecho público el miércoles.

El caso de Madina no podía ser más significativo. El magistrado le acusa de «integración» en ETA y de «conspiración» para matar a Patxi López y por eso le envía a prisión. Sin embargo, este supuesto plan fue negado públicamente por la propia organización armada hace tres años. Pese a ello, el juez mantiene las tesis del Instituto Armado, basadas principalmente en las declaraciones obtenidas bajo tortura de Iñigo Zapirain y Beatriz Etxeberria en 2011. Esta última relató haber sido violada en comisaría y su testimonio fue calificado como «creíble y consistente» por el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura.

Madina no declaró ante la Guardia Civil y rechazó las acusaciones al pasar por el juez. Al magistrado sí que le contó los malos tratos sufridos durante la incomunicación, de los que ya había dejado constancia ante el médico forense. Según su propio relato, estos comenzaron nada más iniciar el desplazamiento a Madrid. Durante el trayecto fue amenazado con diversos métodos de tortura como la bolsa, los electrodos o la bañera. Durante todo el tiempo permaneció encapuchado.

Ya en comisaría, el galdakoztarra relató haber sufrido empujones, algún golpe y haber estado obligado a permanecer en posturas forzadas, lo que le impidió descansar. Además, según su testimonio, sufrió diversos interrogatorios ilegales sin la presencia de ningún abogado. Todo esto se lo trasladó al juez Velasco, que en un primer momento preguntó si se había autoinculpado, tratando de restarle credibilidad. Una actitud que fue censurada por los abogados defensores de Madina, presentes después de que fuese levantada la incomunicación. Ante sus protestas, Velasco llegó a amenazarles con expulsarles de la vista. Finalmente, remitió la denuncia al juzgado de Plaza Castilla para que investigue.

Denuncias y petición de dimisiones desde Euskal Herria

Las denuncias de maltrato de Tomás Madina provocaron una inmediata reacción en Euskal Herria. En primer lugar, EH Bildu anunció que presentará de urgencia una proposición no de ley en el parlamento de Gasteiz para exigir la dimisión del ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz. «Él es el responsable último de la incomunicación y de la tortura», recordó el parlamentario abertzale Julen Arzuaga. De hecho, la coalicíon Amaiur ya había solicitado una reunión con el ministro cuando tuvo conocimiento de que al galdakoztarra se le había aplicado el régimen de incomunicación. No obtuvieron respuesta, según denunciaron ayer a través de un comunicado en el que exigían la «erradicación» de la tortura. Desde Torturaren Aurkako Taldea y Behatokia se exigió el fin de las detenciones incomunicadas, así como depurar responsabilidades «ante la actitud del juez instructor», Eloy Velasco, por omisión del deber de salvaguardar la integridad de Madina. Cabe recordar que este ya denunció ante el forense los malos tratos, lo que podía haber motivado la actuación del magistrado. GARA