Raimundo Fitero
DE REOJO

Abogados

En los canales hispanos de USA un porcentaje muy elevado de los anuncios que se emiten son de gabinetes de abogados. Con estructuras muy sencillas, estéticas rudimentarias, mensajes muy cortos y directos en los que aseguran que quitan multas, logran indemnizaciones o abrevian procesos de inmigración. Son de gabinetes o individuos, y nos hacen pensar, por lo que ofrecen, que se dirigen a una sociedad muy judicializada. Es sabido que cuando alguien tiene un accidente de automóvil o entra en urgencias de un hospital, acuden varios individuos con tarjetas de sus despachos de abogados por si quiere emprender un proceso de reclamación.

Esto ya lo sentenció Don Corleone, cuando a uno de sus socios le dice que ya no hace falta tener tantos pistoleros sino que es preciso disponer de un ejército de buenos abogados. Todos tomaron buena nota de ello. Los programas televisivos del salchichón instauraron la moda de acudir a reclamar indemnizaciones por faltar al honor de las personas de los protagonistas como una prolongación de su ficticia notoriedad. Un famosillo escalaba en el orden asocial de su grupo a base de pasar por los juzgados como reclamante o reclamado, pero eso le proporcionaba otros minutos añadidos de pantalla. Y buenas minutas a sus abogados.

Pero si es el actual eje de la política estatal, Pablo Iglesias o alguno de sus compañeros los que solicitan el amparo de la ley ante los desmanes de la jauría desbocada de insultadores del pesebre de la banda de Rajoy y las FAES, entonces se vuelven como un calcetín y aseguran que lo que intenta es callarlos, censurar su libertad de expresión. Hay que dejar que sigan con su verborrea desmedida, solamente salen de sus bocas excrecencias fascistoides, pagadas, naturalmente, y con una saña que excede cualquier actitud de crítica política. Es propaganda y agitación. Son los mastines del poder que ladran para conseguir su ración de rancho. Y ahora, reclamar en los tribunales no es democrático. No se aclaran los pobres. Les estorban las leyes. Oigan, que crece el rumor de manera consistente: elecciones generales para noviembre. Están cagados con las encuestas y el crecimiento de Podemos.