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Las sanciones contra Rusia dejan a Polonia sin comprador para su fruta

Polonia estudia pedir a la UE hasta 500 millones de euros como compensación por la prohibición rusa de importar sus frutas y verduras, lo que perjudica a sus productores, que han visto cómo las tensiones políticas cierran uno de sus principales mercados. Vladimir Putin ha ordenado a su Gobierno «preparar medidas de respuesta» a las sanciones contra Rusia aprobadas por algunos países, entre ellos EEUU y los de la UE, por su apoyo a los separatistas prorrusos del este de Ucrania.

«Ya he dado esa orden», dijo el presidente ruso, Vladimir Putin, que aseveró que «los instrumentos políticos de presión a la economía son inaceptables, contradicen todas las normas y reglas». El mandatario aseguró que espera que el Gobierno cumpla con su mandato a la mayor brevedad posible, pero advirtió de que la respuesta rusa a las sanciones debe tener en cuenta los intereses de las empresas y los consumidores rusos. «Hay que hacerlo con extrema cautela, para apoyar a los productores nacionales pero sin perjudicar a los consumidores», subrayó Putin, quien recordó que su Ejecutivo «ya ha propuesto una serie de medidas de respuesta a las llamadas sanciones de algunos países».

Aunque oficialmente la decisión de Moscú de prohibir la importación de fruta y verdura polaca se justifica en que los productos de dicho país no siempre cumplen los estándares fitosanitarios exigidos por Rusia, desde Varsovia se entiende que la decisión es una represalia por la posición de Polonia y se lanza un SOS a Bruselas.

La prohibición rusa entró en vigor el pasado 1 de agosto, e incluye un buen número de variedades de frutas polacas, como manzanas, peras, cerezas o ciruelas, y verduras como la coliflor. Polonia es el principal productor de manzanas del mundo y Rusia era hasta ahora su principal destino. La prensa polaca ya ha bautizado la prohibición como «la guerra de la fruta», mientras que desde el Ministerio polaco se estima que las pérdidas causadas por el embargo podrían llegar hasta los 500 millones de euros, la cantidad que solicita a la Unión Europea.

La posición defendida por el Ejecutivo polaco es que Polonia, único país afectado por la prohibición rusa, no debe sufrir solo las consecuencias de las sanciones impuestas por la UE a Rusia tras el derribo del avión malasio semanas atrás.

Moscú reclama una misión humanitaria internacional

Rusia convocó ayer una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para pedir el envío de una misión humanitaria internacional el este de Ucrania, escenario de encarnizados combates entre las fuerzas de Kiev y los rebeldes prorrusos.

«La parte rusa considera necesario movilizar a la comunidad internacional para ayudar sin dilación a los habitantes de las regiones de Donetsk y Lugansk, donde la situación está al borde de la catástrofe humanitaria, para lo cual promoverá la formación de una misión humanitaria para esa región de Ucrania», señaló la cancillería rusa.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) reconoció ayer que al menos 730.000 ucranianos han huido de su país para refugiarse en Rusia desde que comenzó el conflicto en el este de Ucrania. Otros 117.000 ucranianos se han registrado como desplazados internos, aunque el ACNUR cree que la cifra real podría ser mayor, ya que los hombres prefieren ocultar esa condición al Gobierno ucraniano para no ser llamados a filas o por temor a represalias si vuelven a sus casas. GARA

Dos civiles muertos en la antesala del asalto a Donetsk

Al menos dos civiles murieron ayer en los combates entre las tropas ucranianas y los rebeldes prorrusos en un barrio del oeste de Donetsk, ciudad que se seguía vaciando de su población. De manera regular, se escuchaban explosiones provenientes de Marinka, localidad aledaña al barrio de Petrovski, en la periferia suroeste de la ciudad, desde donde se elevaban columnas de humo, constató un periodista de France Presse.

El Estado mayor ucraniano instó el lunes a los civiles a que huyan de las zonas rebeldes y delimitó «corredores humanitarios» en Donetsk, pidiendo a los insurgentes que respeten el alto el fuego. Según las cifras publicadas ayer por la ONU, al menos 285.000 personas han huido del este de Ucrania, en su mayoría (168.000) a Rusia, y el flujo se intensifica, alcanzando 1.200 personas por día desde hace dos semanas. La operación lanzada hace cuatro meses por Kiev para poner fin a la insurrección prorrusa ha dejado ya más de 1.100 muertos, según la ONU, y se ha intensificado en las últimas semanas.

Rusia lanzó el lunes unas maniobras militares con 100 aviones de combate en la zona, lo que, según EEUU, «sólo hace aumentar la tensión». GARA