La Diputación alavesa y el Ayuntamiento de Gasteiz han constituido una mesa de seguimiento del posible brote de botulismo aviar detectado en las balsas de Salburua con la muerte de casi un centenar de aves acuáticas, la mayoría patos.

En un comunicado, la institución foral informó ayer de que, en estos momentos, continúa activo el protocolo habitual en estos casos, y se encuentran a la espera de los resultados definitivos por parte del laboratorio de Neiker y del centro de análisis de referencia del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente español en Algete. Sin embargo, señaló que todo indica que las aves acuáticas han fallecido como consecuencia de botulismo aviar, una enfermedad cuyo origen está en la bacteria Clostridium botulinum.

Así, personal dependiente de la Diputación y del Consistorio gasteiztarra sigue alerta, retirando los ejemplares muertos -hasta la jornada de ayer un centenar-, el método ordinario para controlar esta enfermedad en humedales, como es el caso de Salburua. Además, las aves enfermas, pero todavía vivas, se trasladarán al Centro de Protección de Animales de Martioda para que puedan ser tratadas y recuperadas.

En ese sentido, ayer a la mañana se acordó en la mesa de coordinación que los equipos de emergencia de ambas instituciones públicas se incorporen también al dispositivo de recogida de los ejemplares que puedan aparecer muertos o moribundos en Salburua. Las aves muertas se trasladarán a unos contenedores especiales que se ubican en las instalaciones del parque móvil de Diputación, para su posterior incineración.

Hasta el momento, el foco de este posible brote de botulismo está localizado en Salburua ya que, tras la limpieza del estanque de Arriaga, se da por erradicado en ese punto. El objetivo ahora es evitar que se propague a otros lugares.

Por ello, el personal de distintos departamentos forales, y del Ayuntamiento de Gasteiz, así como ornitólogos del herrialde están alerta para detectar, en el caso de que se produzcan, otros focos distintos al de Salburua.

Por todo ello, en caso de detectar un ave muerta o en mal estado, se recuerda a los ciudadanos que no la manipulen y llamen al teléfono foral 945 18 18 18 o al municipal 010 para que se proceda a su recogida.