No pudo ser. El Ibex deberá esperar más para poder cerrar la brecha abierta con su caída de agosto. Ayer, tras fallar el miércoles en su intento de acercarse a los 10.900 puntos, se replegó con fuerza hacia el nivel de los 10.700 puntos. Los argumentos para este abrupto giro no parecían encontrarse en las noticias de la jornada, a pesar de que el conflicto en Ucrania ha subido de tono por la denuncia de Kiev de un despliegue ruso en el territorio. Por lo demás, desde EEUU se hizo patente la recuperación sólida de su economía en el segundo trimestre al crecer un 4,2% en tasa anualizada, tras haberse contraído un 2,1% en el periodo anterior debido a las inclemencias metereológicas del invierno. Asimismo, las peticiones de subsidio de desempleo descendieron respecto a la semana anterior. Por el contrario, en la eurozona siguen saliendo datos negativos. Ayer se supo que la confianza económica cae en agosto a mínimos de diciembre de 2013. En este contexto, el Ibex se fue hasta los 10.772,20 puntos, tras descontar un 1,06%. No hubo otra senda para los índices principales de Londres (-0,36%), París (-0,66%) y Fráncfort (-1,12%). El paso atrás del Ibex estuvo liderado por Sacyr (-3%), ArcelorMittal (-2,46%) y Sabadell (-2,36%). Entre los pesos pesados, BBVA (-1,34%) y Santander (-1,52%) fueron los peores. Tan solo FCC (+0,52%) eludió las pérdidas. Por valores del Cac, el más alcista fue Essilor (+4,25%), después de lograr 699 millones de beneficio en el semestre y elevar sus previsiones para todo el ejercicio. Valeo (-2,51%) y Gemalto (-2,41%) encabezaron las pérdidas.