César Manzanos Bilbao
Doctor en Sociología

Pospolítica

Comparto encuentros vía internet con responsables del Gobierno de Bolivia. Empezaron como propuesta de asesoramiento en investigación, y se han convertido en una inquietud compartida sobre un asunto clave. Sobre todo, cuando los partidos de izquierda defensores de la socialización de los medios de producción, por vías como el levantamiento popular, la confrontación armada o el triunfo electoral, se hacen con el mando de un Gobierno. El asunto es la pospolítica. Es decir, cómo conseguir que la gestión de las instituciones establecidas en un país no nos conviertan en burócratas al servicio de los mismos intereses de siempre y, sobre todo, cómo neutralizar las contundentes corruptelas y, presiones internas y externas que se ejercen sobre un Gobierno que quiere transformar la forma de organización política que tanto costó deslegitimar mediante las luchas populares.

El socialismo independentista vasco cuenta con una larga experiencia en la gestión institucional. También contamos con las experiencias históricas de la URSS, China, Cuba, Nicaragua o El Salvador y, más recientemente Venezuela, Bolivia o Ecuador, por citar algunas. Nos sirven como referente para aprender y aplicar estrategias para que no nos absorban y/o neutralicen las élites de propietarios y tecnócratas deslegitimándonos y desgastándonos para finalmente, darle una vez más la espalda al pueblo.

Existen muchos dispositivos para un buen gobierno de la pospolítica. Además de crear instituciones paralelas, «participar coyunturalmente» en las creadas por la oligarquía y la nueva burguesía, los nuevos ricos surgidos de partidos hegemónicos que durante muchos años han utilizado el dinero público para sus negocios. Estar para deslegitimarlas y utilizarlas con el fin de impulsar procesos de ruptura con ellas.

Un ejemplo es la participación en el Parlamento Vascongado. ¿Para qué? ¿Para desgastarnos «gobernando» en coalición las vascongadas o para impulsar un proceso constituyente con una estructura política que unifique en torno al socialismo y a la independencia los 7 territorios de Euskal Herria? La historia demuestra que los cambios estructurales y de mentalidad se producen cuando se tiene altitud de miras y se arriesga, no cuando se gestiona la política desde el posibilismo y el cortoplazismo. Abramos nuevos debates para tomar decisiones y seguir luchando sin miramientos, sin que el árbol nos impida ver el bosque.