Un día más de reacción al alza de las bolsas europeas. Este nuevo empujón dejó al Ibex al borde los 11.000 puntos. El argumento de tensión en los mercados de renta variable por la celebración del referéndum en Escocia quedó ayer nuevamente despojado de credibilidad. No obstante, los analistas quitaban hierro al asunto cuando hablaban del convencimiento de una victoria de los unionistas, a pesar de que las encuestas no reflejaban una diferencia aplastante. Por otro lado, según esta versión, la independencia de Escocia supondría, en el peor de los casos, un terremoto pasajero con la adecuación de sus finanzas, pero en un plazo moderado las aguas volverían a su cauce puesto que nadie duda de su viabilidad económica como estado. Los inversores contaron, además, con dos argumentos más sólidos para justificar sus compras. De una parte, desde EEUU se insistía en una política de bajos tipos de interés por un tiempo prolongado, mientras que en Europa se aplaudía la buena acogida de los bancos a la primera subasta de liquidez del BCE por tratarse de una financiación casi gratuita y de largo plazo. El Ibex se apuntó un 0,77%, hasta los 10.991 puntos. Londres, supuestamente en el ojo del huracán, ganó un 0,57%, París, un 0,75%, y Fráncfort, un 1,29%. En el Ibex, los bancos jugaron un papel estelar. Popular subió un 2,99%, BBVA, un 1,34%, Bankinter, un 1,28%, y Santander, un 1,09%. El mejor del selectivo fue FCC (+3,81%). En París, las alzas fueron lideradas por Valeo (+2,45%), tras conocerse un informe favorable para el sector, mientras que Bouygues (-1,76%) acabó con el peor balance.