EDITORIALA
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Es posible otra Nafarroa, y necesaria

Si algo no se le puede achacar a Yolanda Barcina es falta de tesón. Gracias a él -y al PSN- ha llegado su Gobierno hasta el Debate sobre el Estado de la Comunidad que tuvo lugar ayer. Ahora bien, cuando se hace gala del tesón para incidir en los errores y después obviarlos o negarlos contra toda evidencia, esa cualidad no es motivo de orgullo precisamente. Barcina no solo no se refirió a su desastrosa gestión, sino que describió una Nafarroa que solo ella y su Gobierno ven, al igual que sus «logros» económicos y sociales, incluso en sanidad y educación. Un observador imparcial pero conocedor del tema difícilmente habría aguantado la risa escuchando el discurso de la presidenta, pero a los miles de parados, trabajadores en condiciones ínfimas, desahuciados, pacientes y trabajadores de Osasunbidea o quienes ven pisoteados sus derechos lingüísticos, a buen seguro, no les hizo mucha gracia.

La falta de elegancia al arremeter contra el candidato de otra fuerza política que no se encontraba presente, ni siquiera es miembro de ese Parlamento, no es sino una pequeña demostración de la total ausencia de argumentos de la presidenta. A estas alturas, el comodín del «terrorismo», además de ineficaz, resulta obsceno en boca de quien no solo no mueve un dedo por la paz y la resolución del conflicto que reclama la ciudadanía, sino que se aferra a viejos esquemas de confrontación. Y a viejos esquemas de gestión, como la que Barcina intentó ayer defender pero que ningún dato avala y muchos retratan justamente como lo que no se debe hacer, desde los escándalos de las dietas de la CAN hasta los ataques al euskara, pasando por la Hacienda foral, el TAV e incontables irregularidades más.

Las próximas elecciones, que en la lógica democrática más elemental deberían haberse celebrado hace tiempo, serán una oportunidad para una regeneración imprescindible en Nafarroa. Regeneración que precisa una forma de hacer política totalmente diferente de la que ha imperado en ese herrialde durante las últimas décadas.