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Kobane aún espera a los peshmergas y el EI se apodera de armas de EEUU

Los peshmergas, fuerza armada de Kurdistán sur, aún no habían llegado ayer a la ciudad de Kobane, atacada por el Estado Islámico, pese a que Turquía había anunciado que autorizaría el paso de la frontera. Ankara afirmó que aún quedaban cuestiones pendientes de acordar. Mientras tanto, parte del armamento lanzado por EEUU para los combatientes kurdos, cayó en manos de los yihadistas.

Los combatientes kurdos esperaban todavía ayer los refuerzos prometidos por Kurdistán sur, la región autónoma en Irak, después del permiso dado por Turquía para que atravesaran su frontera. «Tenemos jóvenes kurdos originarios de Kurdistán occidental (Rojava-Siria) que hemos entrenado y vamos a enviarlos al combate», declaró Halgord Hekmet, portavoz de los peshmergas, fuerzas armadas de Kurdistán sur. Pero según los responsables kurdos en Kobane todavía nadie había llegado a esta ciudad fronteriza atacada por el Estado Islámico.

Turquía confirmó que «los peshmergas deben todavía franquear la frontera entre Turquía y Kobane, y está cuestión todavía debe ser todavía discutida», según el ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlut Cavasoglu. El ministro dijo esperar un acuerdo entre los peshmergas y el PYD, partido kurdo en Siria, aunque indicó que «Turquía no ha prometido abrir un corredor» entre su frontera y Kobane y aún no se ha establecido el número de combatientes autorizados ni la ruta que tomarán para llegar a Turquía.

Ankara accedió a permitir los refuerzos de la región autónoma de Kurdistán en Irak, con cuyas autoridades mantienen buenas relaciones y contactos económicos, pero rechaza permitir el paso a los kurdos bajo su administración y a los combatientes de las YPG, a los que vincula con el PKK.

Armas de EEUU en manos del EI

Además, parte de las armas que el lunes aviones estadounidenses lanzaron sobre la zona para los combatientes kurdos han acabado en manos del Estado islámico. En la noche del domingo al lunes aviones de la coalición que lidera EEUU lanzaron en paracaídas varias cajas de armas, municiones y medicamentos destinados a los combatientes kurdos de las Unidades de Protección Popular (YPG) que mantienen la resistencia en Kobane desde hace más de un mes.

Los yihadistas se hicieron con uno de los cargamentos y había informes contradictorios sobre un segundo que también podría haber caído en manos del EI. SEl mando estadounidense en la región (Centcom) anunció que se había visto obligado a destruir uno de los palets con material cuyo control se había perdido durante la operación, para evitar que cayera en manos del EI

El Estado Islámico difundió ayer un vídeo en el que uno de sus milicianos, vestido con ropa de camuflaje y con un pasamontañas, detalla el material de guerra estadounidense lanzado. El yihadista muestra una hilera de al menos 15 cajas y abre algunas de ellas que contienen proyectiles y granadas.

Los combates en la ciudad parecían bajar ayer de intensidad, después de los ataques lanzados en la noche del lunes por el EI, entre otros, por dos kamikazes. Los yihadistas llegaron a conquistar la mitad de la población, aunque, con ayuda de los bombardeos aéreos, los kurdos han conseguido recuperar el centro.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos admitió que la situación en Kobane sigue siendo «delicada», a pesar de que las fuerzas kurdas controlan ahora la mayor parte de la ciudad. Los combates esporádicos que tuvieron lugar ayer y en los que el EI intentaba recuperar el centro dejaron al menos 17 muertos en ambos bandos según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. A la vez, en Irak, el EI avanzaba hacia el norte y atacó la ciudad de Qara Tapah, a 50 kilómetros de la frontera iraní. Alrededor de 9.000 personas han huido, según fuentes locales. Un responsable militar demandó apoyo aéreo de la coalición internacional.

Pero los bombardeos comienzan a mostrar sus limitaciones frente a los yihadistas, que controlan la mayoría de la provincia de Anbar, fronteriza con Siria.

Irán reafirma su apoyo al primer ministro iraquí

Irán reafirmó ayer su apoyo a Irak en una visita a Teherán del primer ministro iraquí, Haidar al Abadi. «Estamos a vuestro lado y defenderemos vuestro gobierno como el precedente», declaró el guía supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei. «Irán reconoce la seguridad de Irak, país vecino y hermano, como su propia seguridad. Los iraquíes son capaces de vencer a los terroristas y restablecer la seguridad. No necesitan presencia extranjera», añadió. Teherán ha suministrado armas a los combatientes kurdos y ha enviado consejeros militares a las fuerzas de Bagdad para hacer frente al Estado Islámico, aunque desmiente que haya desplegado tropas sobre el terreno. Pero a comienzos de octubre, la televisión iraní mostró una fotografía del jefe de la Fuerza Qods, una unidad de élite del régimen, al lado de combatientes kurdos. Irán -aliado de Irán y Siria- rehúsa participar en la coalición que ha formado EEUU, y considera que los bombardeos aéreos son insuficientes. Abadi reiteró ayer el rechazo a la presencia de soldados extranjeros de «una superpotencia o una coalición internacional» en suelo iraquí y sugirió límites a la intervención de su propio país, al indicar que «ninguna potencia regional combatirá» en Irak. GARA