Al menos diez personas murieron ayer y otras diecisiete resultaron heridas por una explosión contra un autobús en el sur de Filipinas, según autoridades locales que culparon del ataque a una escisión del Frente Moro de Liberación Islámica (MILF, por sus siglas en inglés). El autobús había partido de Wao, en Lanao del Sur, y se dirigía hacia la ciudad de Cagayán de Oro, en el norte, cuando estalló la bomba en torno a las 17.45. «Todavía estamos investigando el incidente», ha dicho el portavoz del Ejército, Christian Uy. La Policía ha atribuido el ataque a los Combatientes Islámicos para la Libertad de Bangsamoro (BIFF), escisión del MILF. Los rebeldes estarían «extorsionando» a la compañía propietaria del vehículo.