Mariasun Monzon
Kazetaria
IKUSMIRA

La palabra contraria de Erri de Luca

Erri de Luca es un escritor napolitano de 64 años. Es uno de esos autores cuya prosa sencilla, esencial, hace que lo hagas tuyo desde que te acercas a su trabajo por primera vez. Estos días ha sido noticia por el juicio que se sigue contra él en un tribunal de Turín. Se le acusa de «incitación al sabotaje» contra las obras del TAV Turín-Lyon y se enfrenta a una condena de entre uno y cinco años de cárcel. En la primera sesión del juicio, los magistrados sacaron a relucir el pasado militante de Erri de Luca en Lotta Continua. Han transcurrido ya cuatro décadas desde entonces. Qué más da.

«Pienso que aquel hombre joven que fui reconocería en mí a la continuación de sí mismo», declaraba en una entrevista en 2009. «A un escritor le toca en suerte una pequeña voz pública. Puede usarla para contribuir a algo más que la promoción de su obra. Su ámbito es la palabra, de modo que le corresponde la tarea de proteger el derecho de todos a expresar la suya propia», dice ahora.

Una de las fotografías de la primera sesión del juicio muestra a Erri de Luca con su eterna mirada clara y la dignidad dibujada en un rostro surcado por mil arrugas. Parece cohibido. Como si se sintiera culpable por ser protagonista. Enfrente -o a su lado- numerosas personas le apoyaban. «Je suis Erri», se podía leer en los carteles que portaban.

Erri de Luca reivindica su «deber», antes que «derecho», a disentir. Y así lo hace constar en «La palabra contraria», el libro que está previsto llegue a las librerías del Estado español estos días. En él, el autor de «Tú, mío», entre otros, explica las razones que motivaron sus palabras en la entrevista concedida a «The Huffington Post», hoy puestas entre comillas y declaradas objeto de imputación. Es contundente, y ya desde la misma portada nos avisa: «Voy a ser procesado por ejercer mi derecho a la palabra contraria. Si mi opinión es un delito, no voy a dejar de cometerlo».