El Ibex no pudo consolidar por poco el nivel de los 8.700 puntos, rompiendo además una racha alcista de cinco subidas consecutivas. Al miedo a los efectos de la nueva ola de contagios del covid y a las dudas sobre si la recuperación terminará de afianzarse este año se ha añadido esta semana la preocupación por los cambios regulatorios emprendidos por Pekín, enfocados especialmente a las grandes firmas tecnológicas. Esta vuelta de tuerca del Gobierno chino tiene reflejo en el índice Hang Seng de Hong Kong, que ayer cedía un 4,22% en su tercer cierre seguido a la baja.

En este contexto, el Ibex se mostró fatigado por las alzas anteriores, y ya desde el inicio dio señales de falta de fortaleza para encaminarse hacia los 8.800 puntos. Hoy abrirá con 8.699,20 puntos, después de ceder un 0,87%. Hizo unos mínimos intradía de 8.651 puntos. En Europa, también mandaron con holgura las ventas. Fráncfort restaba un 0,64%; París, un 0,71%; Milán, un 0,83%; y Londres, un 0,42%. En el día de ayer tampoco hubo apoyo del otro lado del Atlántico, donde los tres índices principales se alejaban de sus máximos históricos a la espera de conocer los resultados de Apple, Microsoft y Alphabet después del cierre de los mercados. El peor era el Nasdaq 100, con una caída del 1,80%, mientras que el S&P 500 y el Dow Jones cedían menos del 1%.

Dentro del Ibex, se prestaba atención a las cuentas de Enagás (+1,70%) –el mejor del índice– y Endesa (-1,60%), que recibieron distinta respuesta de los inversores tras presentar sendas ba-jadas en sus beneficios del primer semestre. Solaria (-4,06%), PharmaMar (-2,83%) y Amadeus (-2,54%) fueron los peores del día. Entre los grandes, Inditex (-1,70%) e Iberdrola (-1,16%) sufrieron los mayores recortes.