Martxelo DÍAZ
DONOSTIA

Sin huellas que vinculen un zulo con acusados del 13/13

Dos policías franceses declararon ayer que no hay ninguna huella que vincule a ninguno de los acusados del sumario 13/13 con un zulo que hallaron en la demarcación de Burdeos en julio de 2011. La Fiscalía vincula el hallazgo de este zulo con la documentación incautada durante el registro del domicilio de Arantza Zulueta. Los agentes señalaron que el documento se lo entregó la juez Laurence Le Vert y no sabían si su origen eran las autoridades españolas.

Dos policías franceses que declararon ayer por videoconferencia en la vista del sumario 13/13 confirmaron que no se encontraron huellas de ninguno de los acusados en este procedimiento en un zulo hallado en la demarcación de Burdeos en julio de 2011. Según la Fiscalía, este zulo se encontró gracias a la documentación intervenida en el domicilio de Arantza Zulueta.

Los agentes, Delphine Moret y Yann Aubusson, señalaron que esta documentación se trataba de un plano y que encontraron tres bidones con armas, munición, clorato sódico, azufre y cordón detonante, entre otros elementos. Junto a ello, declararon que la documentación que les llevó al lugar en el que encontraron los bidones les fue entregada por la juez especial «antiterrorista» Laurence Le Vert. No pudieron precisar que esta documentación fuera aportada por las autoridades españolas ni que tuviera su origen en el registro del domicilio de Zulueta.

Asimismo, señalaron que las únicas huellas que encontraron en esa zona corresponden a Alejandro Zobaran. No supieron determinar si Zobaran, que fue detenido en marzo de 2011 (antes del hallazgo del zulo), ha cumplido condena por estos hechos o no.

En su declaración el segundo día de la vista, Zulueta destacó que no tiene nada que ver con este zulo.

La declaración por videoconferencia de los dos agentes franceses fue accidentada. Inicialmente, se encontraban los dos en la misma sala, cuando el procedimiento establecido en la legislación española señala que los testigos no pueden conocer qué declaran otros testigos. La presidenta del tribunal, Ángela Murillo, tuvo que indicar a Moret, que ya había empezado a declarar, que debía abandonar la sala porque Aubusson iba a continuar con el testimonio que había comenzado. Aubusson estaba también en la sala desde la que se realizó la videoconferencia durante el testimonio inicial de Moret.

Junto a ello, Moret declaró consultando en repetidas ocasiones la instrucción realizada por su compañero, como quedó acreditado a preguntas del defensor de Arantza Zulueta y Jon Enparantza, Alfontso Zenon. Se trataría, por tanto, de otra irregularidad en la comparecencia de los agentes franceses.

Para complicar la situación, la traducción introdujo otros elemento de confusión. Ambos declararon que en los bidones encontraron un polvo blanco («poudre blanche») identificado como clorato sódico y un polvo amarillo («poudre jaune») que era azufre. La traductora lo convirtió en «pólvora amarilla».

Un encuentro por una relación sentimental

En una videoconferencia desde la cárcel de Martutene, Jurdan Martitegi confirmó lo que declaró Saioa Agirre en la segunda sesión de la vista. Señaló que ambos mantenían una relación sentimental que se interrumpió porque entró en la clandestinidad debido a su militancia en ETA y lo hizo sin darle ninguna explicación por motivos de seguridad.

Martitegi relató que conocía los hábitos de Agirre y que sabía que todas las noches sacaba a pasear a su perro en un parque de las inmediaciones de su domicilio. Por ello, acudió a ese parque y le esperó porque sentía que le debía una explicación.

En ese encuentro «hubo más emociones que palabras» y negó que le hubiera dado instrucciones en nombre de ETA, destacando que ese procedimiento no era habitual en esa organización. Quedaron en que le entregaría una carta, que Agirre contestó poniendo fin a la relación.

Junto a ello, Martitegi negó que hubiera recibido instrucciones de ETA por parte de Arantza Zulueta.M.D.