El mercado de los videojuegos es una de las apuestas económicas más lucrativas del momento, convirtiéndose en un sector siempre en alza y que siempre genera expectación-demanda lo que le sitúa en una posición comercial muy beneficiosa. El videojuego FIFA, de la empresa EA Sports, es una de las propuestas más vendidas en todo el mundo. Varias generaciones han crecido jugando a este videojuego que cuenta con una singular característica, no incluye ningún equipo femenino ni jugadora de fútbol.

Esta singularidad excluyente ha provocado la respuesta de varias jugadoras de élite que han decidido escribir a la empresa EA Sports y solicitar que elimine de una vez por todas estas anomalías.

Vero Boquete, una jugadora destacada en el panorama del fútbol femenino internacional, ha liderado esta vanguardia junto a Rebekah Araujo, una joven de Highland (Maryland), y ha expresado en estos términos su desacuerdo con la política discriminatoria de EA Sports «a la atención de EA Sports, desarrolladora del videojuego FIFA de fútbol. Ruego incluyan jugadoras de fútbol en la próxima edición de su videojuego FIFA. Desde 1993, varias generaciones de jóvenes han jugado con su videojuego estrella de fútbol. Ustedes pueden aportar mucho a la igualdad de la mujer en el deporte».

Según revelan varios informes de Amnistía Internacional, el rol al que se le relega a la mujer en los videojuegos todavía sigue siendo insignificante, discriminatorio y, en ocasiones, muy vejatorio. En sus investigaciones, AI descubrió, entre otros aspectos, agresiones a mujeres, asesinatos, violaciones, esclavitud, tortura, prostitución forzada, abuso de menores, tratamiento de mujeres como objetos y otras violaciones de derechos humanos como ataques a la población civil. En reiteradas ocasiones, este organismo ha instado a las autoridades a poner en marcha el marco legislativo que promueve los derechos humanos de las mujeres, conforme a la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.