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WASHINGTON

El Gobierno de EEUU envía asesores militares a Irak y no descarta ataques contra el ISIS

El presidente estadounidense, Barack Obama, ha presentado su plan para detener los avances del «extremismo islamista» dentro de Irak con el envío de 300 asesores militares y la posibilidad de marcar objetivos para ataques aéreos «selectivos».

El presidente de EEUU, Barack Obama. (Jim WATSON/AFP PHOTO)
El presidente de EEUU, Barack Obama. (Jim WATSON/AFP PHOTO)

Obama ha asegurado que con este paso «las tropas de combate estadounidenses no están regresando a luchar en Irak» y ha advertido de que «EEUU no va a llevar a cabo una acción militar para beneficiar a una facción (del islam) sobre otra» con la excusa de parar al Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS).

El presidente ha subrayado que Estados Unidos va a proveer el «espacio» y las «herramientas» que Irak necesita para acabar con la inestabilidad, pero son los líderes iraquíes los que tienen que encontrar una solución política que incluya también a las minorías suní y kurda.

«No es nuestra labor elegir a los líderes iraquíes (...) debe haber una agenda en la que suníes, chiitas y kurdos se sientan que tienen oportunidades para avanzar sus intereses», ha explicado Obama poco después de reunirse con su equipo de seguridad.

El primer ministro chií, Nuri al Maliki, aliado de Estados Unidos, está perdiendo apoyos en Washington al ser acusado de haber exacerbado las diferencias sectarias que el ISIS ha capitalizado con avances por áreas de mayoría suní.

Washington está presionando para que Al-Maliki sea sustituido con la formación de un nuevo gobierno tras las elecciones legislativas del pasado abril, que ganó el partido del primer ministro con solo un tercio del Parlamento, lo que obliga a negociar una coalición.

Obama también ha dicho que Irán, el gran aliado chiita de la región, puede jugar un papel «constructivo» en la crisis iraquí, pero si interviene «como fuerza armada en nombre de los chiitas eso va a empeorar la situación».

Mientras se solucionan las brechas políticas, Obama ha anunciado que Estados Unidos creará centros de coordinación conjuntos con los iraquíes para compartir inteligencia y acordar decisiones tácticas que permitan frenar al ISIS.

En esos centros se desplegarán los hasta 300 efectivos prometidos por Obama, en su mayoría Boinas Verdes, el cuerpo de elite del Ejército encargado de «acciones de contraterrorismo».

Según ha informado un alto funcionario del gobierno estadounidense, los militares llegarán «muy pronto» a Irak, ya que trabajan en ese área de operaciones, y se establecerán especialmente dentro y en los alrededores de Bagdad.

Los militares evaluarán la situación sobre el terreno y proveerán asesoramiento para que el Ejército iraquí tome la iniciativa y ataque posiciones del ISIS, que ha avanzado en las dos últimas semanas hasta las puertas de Bagdad.

Con la información de inteligencia recabada Obama se reserva la posibilidad de ordenar «acciones militares selectivas y precisas» -probablemente ataques aéreos- si las considera necesarias y tras consultarlas con el Congreso.

Obama también ha anunciado que enviará al secretario de Estado, John Kerry, en una gira por Oriente Medio y Europa en un «esfuerzo diplomático» y para consultar con sus aliados la situación en Irak.

Los avances del ISIS han puesto en entredicho la política de Estados Unidos en Irak y la decisión de Washington de abandonar el país a finales de 2011 sin dejar un contingente de tropas que ayudase a evitar la desintegración de las fuerzas armadas iraquíes, fuertemente fragmentada en facciones religiosas.

Obama ha recordado que ellos ofrecieron una «fuerza residual» en Irak pero al no tener garantizada la inmunidad de sus efectivos decidieron abandonar totalmente el país.

Estados Unidos ha provisto al gobierno central iraquí con 15.000 millones de dólares en material militar y entrenamiento desde la retirada del país que puso fin a casi nueve años de ocupación iniciada por George W. Bush en 2003 con justificaciones sin fundamento.

Pese a años de guerra y miles de millones en cooperación, la semana pasada, miles de soldados iraquíes abandonaron sus armas y su flamante equipamiento estadounidense, incluidos vehículos blindados, ante la llegada de los rebeldes del ISIS a Mosul, un hecho que ha escandalizado a los altos oficiales del Pentágono, muchos de los cuales se curtieron en Irak.

Desde Londres, el que fuera jefe de las tropas estadounidenses en Irak y director de la CIA, David Petraeus, ha dicho que «Estados Unidos no puede ser la fuerza aérea de las milicias chiitas en una lucha entre chiitas y suníes árabes».

Estos recelos también existen en la cúpula militar estadounidense, que no quiere agitar el avispero de Irak y solo recomienda ataques aéreos una vez se disponga de inteligencia bien fundamentada.