NAIZ

La mortalidad de enfermedades relacionadas con la contaminación se multiplica por 20 con el virus

Las partículas emitidas por actividades contaminantes aumentan la letalidad del Covid-19. Su relación con esta enfermedad es hasta 20 veces mayor que con otras, según un estudio elaborado en Harvard. Asociaciones vascas contra incineradoras, refinerías y vertederos han alertado del riesgo y han convocado una «alarma sanitaria» para el domingo.

Incineradora de Zubieta. (Gorka RUBIO/FOKU)
Incineradora de Zubieta. (Gorka RUBIO/FOKU)

Un estudio de la facultad T.H. Chan de Salud Pública de la Universidad de Harvard ha relacionado la emisión de partículas emitidas por incineradoras y quema de combustibles fósiles con la mortalidad ocasionada por el Covid 19.

El estudio ha recopilado datos de 3.000 condados de Estados Unidos donde se han producido el 90% de las muertes por Covid-19 hasta el 4 de abril de 2020 y ha concluido que el Covid 19 es mucho más mortífero cuanta mayor  contaminación existe.

De hecho, ha indicado que la relación es hasta 20 veces mayor que la que vincula a estas partículas contaminantes con otras causas de mortalidad. «Básicamente es como echar leña al fuego», señala la directora del proyecto, Francesca Dominici, para ilustrar el peligro.

Asociaciones y vecinas de las localidades de Zalla-Güeñes, Muskiz y Abanto Zierbana en Bizkaia, así como de Zubieta, Lasarte-Oria y Usurbil en Gipuzkoa ha divulgado este jueves este estudio sobre los efectos de las partículas finas PM 2,5 y más pequeñas, «que precisamente son las emitidas por las actividades de las plantas de biomasa, incineradoras, vertederos y quema de combustibles fósiles», que los convocantes vienen denunciando en sus respectivas localidades.

Según este informe, Estas partículas emitidas entran profundamente en los pulmones precisamente por su pequeño tamaño y de ahí se distribuyen al resto de órganos a través del sistema circulatorio, generando graves enfermedades cardio-respiratorias crónicas y alteraciones genéticas que pueden terminar en cáncer.

Aumento del 15% de la mortalidad por Covid-19

En una entrevista concedida al blog Union of Concerned Scientists, la doctora Dominici, autora y directora del proyecto de Harvard, señala que «la conclusión más importante que hemos obtenido es que la gente de condados de Estados Unidos que ha estado expuesta a un mayor nivel de contaminación durante los últimos 15-17 años tiene un índice de mortalidad por Covid-19 sustancialmente mayor».

«Para dar una cifra, hemos descubierto que un incremento de solo una unidad en la media de exposición prolongada a partículas en suspensión está relacionado con un aumento del 15% de media en el índice de mortalidad por Covid-19», detalla.

A su juicio, este aumento de mortalidad resulta sorprendente en relación con los estudios realizados hasta la fecha. En estos últimos ya se había detectado que los efectos de la contaminación a largo plazo de estas partículas en la mortalidad por otras causas es del 0,7%, por lo que la relación entre PM 2,5 y la mortalidad por Covid se multiplica por 20.

«Básicamente, es como echar leña al fuego. La gente ha estado respirando aire contaminado durante mucho tiempo y sabemos que una exposición prolongada a partículas finas en suspensión aumenta la inflamación de los pulmones y, potencialmente, del sistema cardiovascular. Si además de eso, esas personas contraen el Covid-19, no es de sorprender, puesto que ya han sufrido los efectos del material particulado, que su desenlace clínico sea mucho peor que el de alguien que vive en un condado con aire limpio», indica la autora principal del proyecto.

Cambio de políticas

Las asociaciones que han dado a conocer este trabajo han subrayado además que otro estudio, en este caso español, que está llevando a cabo el Instituto Carlos III junto a la Agencia Aemet, está analizando la influencia de la contaminación ambiental en la propagación de la enfermedad Covid-19 así como en su incidencia en el agravamiento de la misma.

Por ello, las entidades vecinales han demandado que los poderes públicos reaccionen y se replanteen sus actuales políticas y suspendan de forma inmediata el proyecto de la incineradora de Zubieta, desmantelen la planta de  Petronor y cesen la actividad de quema de Biomasa en Gueñes, como primer paso de desescalamiento contaminante.

A la vez, han pedido la apertura de un diálogo social «en torno a la priorización de la salud y el medio ambiente que apueste decididamente por la gestión pública y sostenible de la gestión de los residuos, así como la transición energética, por encima de intereses económicos privados».

Alarma sanitaria el domingo
 
En este contexto, las asociaciones vecinales han convocado una «alarma sanitaria» por contaminación este domingo, coincidiendo con los aniversarios del bombardeo de Gernika y del accidente nuclear de Chernobyl.

Consistirá en hacer sonar sirenas antiaéreas a las 12.00 horas en todos los municipios de Euskal Herria  a través de bafles o amplificadores colocados en balcones y ventanas, o bien provocando ruido según los medios de los que cada cual disponga.

Asimismo, proponen la colocación de una tela negra en los balcones en señal de luto por las personas que anualmente mueren por los efectos de la contaminación así como por el Covid 19.

Gernika y Chernobyl

Los convocantes han subrayado que el 26 de abril «es una fecha importante grabada en la memoria colectiva de nuestro país, precisamente porque un día como este sonaron las alarmas antiaéreas por los bombardeos de Gernika y otras poblaciones en 1937. También fue un 26 de abril, pero de 1986, cuando se produjo el accidente de la central nuclear de Chernobyl, que propagó una nube radiactiva por toda Europa».

El vídeo –en el que el actor Gorka Otxoa ha puesto voz e imagen al llamamiento en redes sociales– hace alusión a esos eventos «para alertar de que sufrimos una pandemia silenciosa a la par que mortífera: la contaminación, por emisión de dioxinas, metales pesados y partículas finas y nanopartículas que emiten precisamente la planta de biomasa de Gueñes, la incineradora de Donostia y la refinería de Muskiz, así como los vertederos como el de Zaldibar».

Según la OMS, mueren anticipadamente al año por la contaminación 7 millones de personas en el mundo, 800.000 de ellas en Europa y 40.000 en el Estado Español. Con estas cifras estas asociaciones estiman que la mortalidad en Euskal Herria por contaminación es de 2.500 personas al año.