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El Gobierno español se esfuerza por sacar a ERC del voto negativo para prorrogar el estado de alarma

El Gobierno español y el PSOE han mantenido reuniones durante esta semana de alto nivel para intentar sacar a ERC del voto negativo para sacar adelante la que pretende ser la quinta prórroga del estado de alarma. La intención de Pedro Sánchez era que fuera la última por un mes, pero los demás partidos políticos pueden obligarle a reducirla a quince días.

Gabriel Rufián y Aitor Esteban, portavoces de ERC y PNV, charlan en el Congreso de Diputados. (J. DANAE/FOKU)
Gabriel Rufián y Aitor Esteban, portavoces de ERC y PNV, charlan en el Congreso de Diputados. (J. DANAE/FOKU)

Fuentes parlamentarias han confirmado a EFE que a mediados de semana el PSOE y ERC retomaron los contactos a «alto nivel» para sondear las opciones de que los republicanos se apearan del rechazo a la cuarta prórroga de la alarma.

Las fuentes consultadas afirman que los equipos negociadores de la investidura volvieron a verse las caras, pero que es muy pronto aún para aventurar qué hará ERC. A una parte relevante de la dirección independentista le han molestado las formas adoptadas por el Gobierno para encadenar una autorización tras otra a las prórrogas.

El portavoz de la formación catalana en el Congreso, Gabriel Rufián, llevaba semanas en las que advertía que ni había diálogo ni se notaba en el Ejecutivo un ápice de sensibilidad con una de las reclamaciones esenciales de ERC, una mayor corresponsabilidad en las decisiones.
Las abstenciones a las tres prórrogas iniciales cambiaron por el no a la cuarta, lo que provocó un cambio de estrategia en el Gobierno.

La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, por un lado, y la portavoz parlamentaria socialista, Adriana Lastra, por otro, trazaron sendas vías de comunicación con la dirección de ERC en Barcelona y con su representación en Madrid.

La estrategia dio un paso más a mediados de semana cuando Lastra, José Luis Ábalos y Salvador Illa recuperaron el formato de diálogo previo a la investidura con Marta Vilalta, Josep María Jové y Gabriel Rufián.

Fue un gesto que en ERC han valorado, apuntan las fuentes, lo que abre la puerta a, al menos, recuperar la abstención para la quinta prórroga, aunque la entidad independentista pone como condición retomar la mesa de diálogo con Catalunya interrumpida por la crisis del coronavirus.

El Gobierno español aún no ha transmitido su petición al Congreso, pero se da por hecho que llegará el martes. En el orden del día del pleno del día siguiente se ha incluido el debate y la votación de la nueva ampliación.

Que la petición sea para una prórroga de un mes en vez de los quince días de las anteriores es un extremo que las fuentes no confirman, aunque se ha sondeado. La receptividad de los grupos no ha sido muy entusiasta, señalan, pero no se puede descartar que lo pida el Gobierno.

Al margen de cuántos días abarque la quinta prórroga, el Gobierno y el PSOE han excluido al PP de las conversaciones a varias bandas. «Es lo que han dicho sus propios dirigentes», añaden.

Contactos con Ciudadanos y PNV

Para los negociadores socialistas importa ya poco lo que haga el partido de Pablo Casado. La nueva prórroga del estado de alarma dependerá del bloque que forjó el Gobierno hace diez días, cuando Ciudadanos y PNV propiciaron una mayoría de 178 votos positivos en el Congreso.

Carmen Calvo, Adriana Lastra y el secretario general de Presidencia, Félix Bolaños, según las fuentes consultadas, dialogan con interlocutores de Ciudadanos y PNV para que vuelvan a votar a favor. Más que negociaciones con el partido de Arrimadas y con el de Andoni Ortuzar lo que ha habido es «diálogo» y «tanteo».

Este lunes comenzarán contactos más incisivos para dibujar el mapa de los votos que garanticen la nueva ampliación del estado de alarma. En este dibujo los representantes del Gobierno y del PSOE quieren incluir a los diputados de los grupos minoritarios.

La actitud del Gobierno cambió completamente después de obtener el aval del Congreso a la tercera, el 22 de abril. PP, PNV y ERC fueron muy tajantes cuando dejaron entrever un viraje en sus posiciones, pero Ciudadanos y otras formaciones más pequeñas también expresaron su malestar.

El presidente, Pedro Sánchez, abogó entonces por un diálogo fluido con los grupos parlamentarios, lo que salvó la cuarta prórroga y previsiblemente salvará la quinta el próximo miércoles.