Dabid Lazkanoiturburu
Nazioartean espezializatutako erredaktorea / Redactor especializado en internacional

Camión suicida contra un cuartel en el sur de Afganistán

En plena retirada militar estadounidense, y mientras el Gobierno de Kabul y los talibán no logran consensuar una hoja de ruta para negociar, los insurgentes incrementan sus ataques. El último con un Humvee cargado de explosivos en Ghazni: 30 muertos.

El cuartel atacado en la capital de Ghazni, sur de Afganistán. (STR/AFP)
El cuartel atacado en la capital de Ghazni, sur de Afganistán. (STR/AFP)

Al menos 30 policías han muerto y 21 han resultado heridos hoy domingo en un atentado suicida con un camión bomba contra un cuartel en la provincia de Ghazni, en el sur de Afganistán.

El kamikaze ha irrumpido con su camión Humvee, robado con anterioridad a las fuerzas afganas, en el interior del cuartel y lo ha hecho explotar, provocando una verdadera carnicería.

El ataque no ha sido reivindicado de momento pero la provincia sureña de Ghazni, es escenario de cruentos combates entre las fuerzas gubernamentales y los talibán.

Principio de acuerdo

El atentado se produce un día después de que los talibanes anunciasen un acuerdo con el Gobierno sobre una hoja de ruta para delimitar las futuras conversaciones de paz.

Sin embargo, fuentes gubernamentales matizaron que el acuerdo es parcial e incompleto y que solo se han consensuado en principio 21 puntos de normas y procedimientos, pero que la decisión no es final y requiere más negociaciones.

Las conversaciones de paz entre los talibanes y el Gobierno de Kabul comenzaron en setiembre sin que se hayan logrado avances, con las normas del proceso como uno de los mayores obstáculos a la hora de realizar progresos.

Uno de los principales objetivos de la administración de Kabul era que se declarase cuanto antes un alto el fuego tras el inicio de las conversaciones, pero los talibanes insisten en que los combates contra las fuerzas de seguridad afganas forman parte de su yihad o guerra santa y que no la detendrán hasta que sean derrotadas.

Crecientes ataques

Aunque los talibán han dejado de atacar a las fuerzas estadounidenses tras el acuerdo de paz firmado en febrero en Doha (Qatar), los talibán han intensificado sus ataques contra el gobierno afgano.

Hoy mismo, un atentado suicida contra el jefe del Consejo provincial de Zabul (sur) se ha saldado con la muerte de un civil y 20 personas heridas, entre ellas el objetivo del ataque.

El martes, al menos 14 civiles murieron por la explosión de dos bombas en Bamiyan (centro), localidad célebre por sus budas destruidos por los talibán.

En los últimos meses, y según el balance gubernamental, los talibán han perpetrado 53 ataques suicidas y cometido 1.250 atentados, con 1.210 civiles muertos y 2.500 heridos.  

Tampoco el grupo yihadista Estado Islámico, implantado en el este del país, se ha quedado quieto y ha reivindicado en las últimas semanas varios sangrientos atentados en Kabul, dos contra escuelas de niñas, que han matado a más de 50 personas.

EEUU sigue con su retirada

Mientras tanto, las tropas estadounidenses siguen con su plan de retirada.

Washington se ha comprometido a retirar a todas sus tropas para mediados de 2021 a cambio de poco más que garantías de seguridad por parte de los insurgentes.

El apoyo aéreo estadounidense a las fuerzas gubernamentales ha bajado drásticamente.

El Pentágono ha anunciado que retirará a otros 2.000 soldados antes del 15 de enero, a falta de cinco días para que el presidente electo, Joe Biden, sustituya a Donald Trump en la Casa Blanca.
Con la nueva Administración quedarán 2.500 soldados estadounidenses en Afganistán. Lejos de los más de 100.000 que llegaron en 2001 con la invasión y ocupación del país centroasiático.