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El exjefe del CNI niega que amenazara a Corinna y que Villarejo colaborara con ellos

El primer juicio al excomisario José Villarejo ha comenzado con las versiones enfrentadas de sus tres protagonistas. El exjefe del CNI, Félix Sanz Roldán, ha negado incluso que Villarejo hubiera colaborado con ellos, y ha desmentido que amenazara a la ex amante del rey emérito, Corinna Larsen.

El antiguo director del CNI, Félix Sanz Roldán, en una comparecencia parlamentaria. (J. DANAE/ARGAZKI PRESS)
El antiguo director del CNI, Félix Sanz Roldán, en una comparecencia parlamentaria. (J. DANAE/ARGAZKI PRESS)

Esta ha sido la primera vez que el excomisario de Policía José Villarejo, en prisión preventiva desde hace más de tres años por sus presuntas labores de espionaje, se ha sentado en el banquillo, acusado de calumniar y presentar una denuncia falsa contra Félix Sanz Roldán, antiguo jefe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Son dos los aspectos que se abordan en este juicio: la denuncia presuntamente falsa que en 2017 formuló contra el exjefe del CNI, a quien atribuía haber filtrado a la prensa una foto suya de la que fue una operación «antiterrorista»; y unas declaraciones en televisión donde afirmaba que Sanz Roldán había amenazado de muerte a la empresaria Corinna Larsen.

Villarejo ha mantenido su versión sobre su trabajo como agente encubierto para órganos como el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que, según él, fue quien le encargó reunirse en Londres con Corinna Larsen y quien puso los medios para grabar el encuentro.

Larsen ha declarado por vídeoconferencia sobre este encuentro y otro que mantuvo con Sanz Roldán en el Hotel Connaught de Londres el 5 de mayo de 2012. Ha asegurado que le aterrorizaron las reiteradas amenazas que recibió del exjefe del CNI, quien le dijo que, si no seguía determinadas recomendaciones e instrucciones, no podría asegurar su seguridad ni la de sus hijos.

Sanz Roldán lo ha negado todo. Ha dicho que «jamás» vertió tales amenazas. Sí ha reconocido que estuvo en Londres en mayo de 2012, pero no ha querido desvelar si fue para reunirse con ella ni el motivo de su viaje, acogiéndose a la ley que regula las actividades del CNI.

Ha asegurado que ni conocía a Villarejo ni había visto la fotografía de ‘El País’ por la que le denunció, y ha negado que el excomisario colaborara con los servicios de inteligencia: «Yo nunca supe en absoluto que tenía relación alguna con el CNI y sus actividades».

«Documentación comprometredora»

Por contra, Villarejo ha señalado que desde el CNI le dijeron «que era muy importante recuperar una serie de documentos para la seguridad del Estado», de modo que se reunió con Corinna Larsen e intentó «convencerla, seducirla» y ganarse su confianza, porque «se había hecho con documentación comprometedora para los intereses de España».

La empresaria ha dicho que sufrió «constantes amenazas y peligros», como el hallazgo de un libro en su habitación que hablaba de una supuesta conspiración en la muerte de Diana de Gales o la llamada de un número secreto en la que le decían que «había muchos túneles secretos entre Mónaco y Niza».

El hecho de que no lo denunciase antes ha levantado suspicacias en el fiscal y en la Abogacía del Estado. Larsen ha replicado que Sanz Roldán tenía inmunidad como jefe del CNI hasta 2019 y que, en su caso, también «tendría que haber denunciado al rey Juan Carlos por darle las órdenes» –extremo que solía recalcar Sanz– y, al estar protegido por la inviolabilidad que le otorga la ley, no hubiese tenido «ninguna consecuencia ni aseguraría» su seguridad.

Tras la declaración de Larsen la Fiscalía ha retirado el delito de calumnias, dejando únicamente el de denuncia falsa, por el que pide un año de prisión. La Abogacía del Estado ha mantenido su acusación por ambos delitos, junto con el de injurias.