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China llega a Marte y Turquía apunta a la Luna

La sonda china Tianwen-1 ha entrado este miércoles en la órbita marciana, al día siguiente de que lo hiciera otra nave de Emiratos Árabes Unidos. Se convierten así en la quinta y sexta potencias espaciales en llegar al planeta rojo. A la vez, Turquía anuncia su intención de llegar a la Luna en 2023.

Imagen que recrea la misión china Tianwen-1 sobre la superficie de Marte.
Imagen que recrea la misión china Tianwen-1 sobre la superficie de Marte.

La sonda china Tianwen-1 ha entrado este miércoles con éxito en la órbita de Marte, tras un viaje de seis meses y medio desde la estación espacial de Hainan, en el sur de China.

La nave ha activado sus motores para desacelerar al acercarse al planeta rojo y, después de quince minutos, ha frenado lo suficiente para ser capturada por la gravedad marciana, tras lo que ha entrado una órbita elíptica a su alrededor, según ha explicado la Administración Nacional China del Espacio (CNSA) citada por la agencia Xinhua.

La sonda arrancó sus motores de frenado a las 07.52 hora local (11.52 GMT) y una vez en la órbita –cuya distancia más corta a Marte es de cerca de 400 kilómetros–tardará diez días terrestres en completar una vuelta a la elipsis.

La nave, que tiene previsto amartizar el próximo mayo en la planicie Utopía, en el hemisferio norte del planeta, lleva consigo un vehículo espacial que pretende explorarlo durante tres meses.

Satélite y rover sobre el suelo, en una sola misión

Se trata de la primera misión de China a Marte que lleva un satélite orbital, una lanzadera para posarse en su superficie y un vehículo para explorarla.

De hacerlo con éxito, el gigante asiático se convertirá en el tercer país en lograrlo, décadas después de hacerlo Estados Unidos y la Unión Soviética.

Pero será el primero que consigue viajar hasta Marte, entrar en su órbita y explorarlo en una sola misión, cuyo coste se estima en cerca de 6.596 millones de euros.

Tras entrar en órbita, los equipos de la nave, que incluyen cámaras y analizadores de partículas, comenzarán a realizar fotografías y reconocimientos de Marte, así como preparaciones para escoger el mejor lugar de amartizaje.

De hecho, ya adelantó su primera tarea con una fotografía del planeta tomada la víspera de entrar en su óbita.

Tres misiones marcianas en diez días

La Tianwen-1, cuyo nombre significa «Preguntas celestiales» en referencia a un clásico poema chino, fue lanzada el 23 de julio de 2020 desde el centro de Wenchang en la isla meridional de Hainan.

Ha viajado 475 millones de kilómetros durante 202 días y llevó a cabo cuatro correcciones orbitales y una maniobra de espacio profundo.

Cuando entró en la órbita marciana, se encontraba a 192 millones de kilómetros de la Tierra.

Su llegada se produce al día siguiente de que la sonda de Emiratos Árabes Unidos, que se convirtiera en la quinta potencia en alcanzar Marte, tras EEUU, la URSS, la Agencia Espacial Europea e India.

Y la semana que viene llegará la misión de la NASA “Perseverance Mars 2020”, que también tiene previsto amartizar un vehículo que investigará la existencia de vida en el pasado marciano e incluso hará volar un dron.

Esta coincidencia de misiones se debe a que las agencias espaciales han aprovechado el momento de máximo acercamiento de la Tierra a Marte para lanzarlas.

Pero además reflejan una carrera espacial cada vez más multipolar y a la que este miércoles se ha añadido Turquía, al menos como proyecto.

Turquía quiere llegar a la Luna en 2023

Ankara ha presentado un programa espacial a diez años, que incluye lanzar una misión espacial con destino a la Luna en 2023, coincidiendo con el centenario de la república.

«La misión principal y más importante del programa es hacer el primer contacto con la Luna en el año del centenario de nuestra república en 2023», ha anunciado el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan en el acto de presentación del logotipo de la TUA, citado por la agencia de noticias Anatolu.

Erdogan ha detallado que en la primera etapa se haría un aterrizaje brusco en la Luna con un cohete híbrido nacional que se pondrá en órbita a fines de 2023 a través de la cooperación internacional.
 
En la segunda etapa en 2028, el lanzamiento se realizará a través de los propios cohetes de Turquía, según Erdogan, que ha subrayado que «a medida que realicemos un aterrizaje suave en la Luna, seremos uno de los pocos países que podría realizar actividades científicas allí».

Satélites y sistema de posicionamiento propios

El segundo objetivo del programa espacial es crear una marca registrada en el desarrollo de satélites de nueva generación, para lo que se reunirán las actividades de producción de satélites bajo una sola autoridad coordinada por la TUA, la Agencia Espacial Turca.

«Planeamos ganar una mayor participación en el mercado mundial de satélites mejorando nuestra competitividad gracias a este movimiento», ha explicado.

Según su programa espacial nacional, Turquía tiene como objetivo establecer un sistema regional de posicionamiento y cronometraje, con el que el presidente turco quiere acabará con su dependencia exterior y desarrollar «nuestras propias aplicaciones de navegación precisas en defensa, agricultura, urbanización y vehículos autónomos».

Se busca nombre para el primer ciudadano turco en el espacio

Erdogan ha ido más allá y proyecta un puerto espacial. «Deberíamos fabricar nuestros cohetes nacionales y domésticos para transportar cargas pesadas a la órbita de la Tierra», ha subrayado el presidente turco, añadiendo que Turquía cooperaría con los países aliados en las áreas más adecuadas.

También aseguró que el país desarrollará recursos humanos eficaces y competentes en el campo del espacio, y dijo que el «objetivo final es enviar a un ciudadano turco al espacio con una misión científica».

Además, ha pedido a los ciudadanos turcos que participen, preséntandose como voluntarios o proponiendo un nombre turco para denominar a los astronautas.