Los hornos de la incinerador de Zubieta están funcionando en fase de pruebas para buscar la declaración CE de conformidad (equivalente a la homologación) que todavía no tienen, según ha respondido la consejera de Desarrollo Económico y Medio Ambiente de Lakua, Arantxa Tapia, en el Parlamento de Gasteiz a una pregunta de Miren Gorrotxategi (Elkarrekin Podemos-IU). Tapia ha mantenido lo manifestado en la comparencia en el Parlamento del día 9.

«Es como debe hacerse», ha subrayado Tapia, que ha recordado que este horno es una fabricación específica para la incineradora. Al no ser producido en serie no tiene una homologación al uso, sino que debe hacerse una específica por parte de un organismo habilitado. Según la consejera, este proceso se desarrolla sin mayores incidentes y GHK no tiene ninguna responsabilidad en el mismo. Tampoco tiene relación, según Tapia, con la Autorización Ambiental Integrada (AAI) que concedió su departamento ni el horno precisa de un permiso especial de Lakua.

Discrepancias y oscurantismo

Gorrotxategi ha recordado que tanto el presidente de GHK, José Ignacio Asensio, como el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, han manifestado que estos hornos ya están homologados. «¿Nos están mintiendo los mandatarios guipuzcoanos?», ha preguntado la portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, quien también ha recordado que la Diputación de Gipuzkoa ha amenazado con acudir a los tribunales para denunciar a GuraSOS, la plataforma que ha denunciado las irregularidades en la incineradora.

También ha recordado que la Diputación de Gipuzkoa llegó a recurrir ante el Tribunal Constitucional español, yendo en contra del autogobierno vasco, con el objetivo de silenciar a GuraSOS.

Gorrotxategi ha subrayado que el horno es un elemento fundamental en la incineradora de Zubieta, ya que permite la combustión por encima de los 850 grados, imprescindible para evitar el vertido de dioxinas y furanos, elementos cancerígenos. Por ello, ha preguntado si se han emitido dioxinas, sin recibir respuesta de Tapia.

«Nos piden que no generemos alarma social, pero lo que genera alarma social es la falta de transparencia y la discrepancia entre las instituciones», ha añadido Gorrotxategi.