El portavoz del Gobierno francés, Gabriel Attal, ha comparecido este miércoles ante los medios de comunicación tras el Consejo de Ministros en el que se ha valorado la evolución de la pandemia con la vista puesta particularmente en la progresión de las nuevas variantes.

Gabriel Attal ha asegurado que la situación sanitaria se ha degradado en la última semana y que la «situación es preocupante en una decena de departamentos», lo que obligará, según ha anticipado, a adoptar «medidas inmediatas y contundentes» para frenar la progresión de la pandemia.

«Debemos proseguir con nuestros esfuerzos si queremos evitar un nuevo reconfinamiento» ha añadido el portavoz, para anunciar que el primer ministro, Jean Castex, comparecerá mañana, jueves, para dar más detalles sobre las medidas.

El Gobierno de Emmanuel Macron decidió ya este lunes un confinamiento de fin de semana durante quince días en localidades costeras de Alpes Maritimes con Niza a la cabeza.

Dunkerque sigue los pasos de Niza

Ya la semana pasada el Gobierno de Macron actuó igualmente de forma localizada reforzando las restricciones en Mosselle, y la siguiente en la lista será la norteña ciudad de Dunkerque.

De hecho, el ministro de Sanidad, Olivier Véran, ha programado esta tarde un desplazamiento a esa ciudad portuaria, donde la tasa de incidencia sobrepasa los mil casos por 100.000 habitantes.

Allí ha anunciado la decisión de aplicar un confinamiento los dos próximos fines de semana.

«Podemos actuar en la misma línea en otros territorios si la situación así lo exige», había anticipado ya el portavoz Attal a primera hora de la tarde, disparando de nuevo las alarmas.

El Estado francés ha empeorado su clasificación en los mapas comparativos de la situación por países, en gran medida por la progresión de la variente británica (36% de los casos, según los datos ofrecidos la pasada semana por Sanidad).

«Desde hace varios días el número de positivos y la tasa de incidencia suben» ha constatado Attal, quien ha seguido mostrándose partidario de adoptar medidas concretas para responder a situaciones concretas, y «siempre en concertación con la administración local».

El Estado francés volvió a sumar ayer 20.064 positivos por coronavirus y superó otra barrera dramática: la de los 85.000 fallecimientos desde el inicio de la pandemia.

En Ipar Euskal Herria

La situación es, en todo caso, muy dispar según los territorios, ya que en Ipar Euskal Herria la tasa de incidencia a una semana se sitúa por debajo de los 60 casos por 100.000 habitantes.

En el Hospital de Baiona, que ayer rebasó la cifra de 1.000 sanitarios vacunados, no hay una presión significativa. Hay actualmente menos de quince pacientes ingresados por covid-19.

En todo caso, hay que tomar con cautela esa evolución positiva, dada la incertidumbre que genera la progresión de las variantes, a las que se atribuye una reproducción más rápida.

De hecho, según ha informado hoy kazeta.eus, una escuela de la localidad bajonavarra de Larribarre-Sorhapürü, en la comarca de Amikuze, ha sido cerrada y sus 35 alumnos han sido enviados a casa al haberse detectado un caso de variante sudafricana.

Sin embargo, horas después de trascender el caso, el Ayuntamiento local hacía saber que se había tratado de un falso positivo, por lo que la escuela volverá a abrir sus puertas este mismo jueves.

Ya el pasado 11 de febrero la delegada departamental de la Agencia Regional de Salud (ARS), Maritxu Blanzaco, confirmó la aparición de varios casos de esta variante de la covid-19 en Ipar Euskal Herria.

En esta situación, tan cambiante, no se contempla ahora mismo un relajamiento de las medidas en vigor en Zuberoa, Lapurdi y Nafarroa Beherea.

Al igual que el resto del Hexágono, en Ipar Euskal Herria desde octubre están cerrados los locales de hostelería, las salas culturales, las instalaciones deportivas y los macrocentros comerciales.

Desde el 16 de enero rige además un toque de queda entre las 18.00 y las 6.00.

Dos días antes, el 14 de enero, fue la fecha elegida para el cierre de ocho pasos de muga entre el norte y el sur de Euskal Herria.

Pese a las fuertes repercusiones en el intercambio transfronterizo que acarrea, ese cierre parcial de la muga sigue vigor, por tiempo indefinido.