Este martes se reunirá la comisión de apoyo del LABI para analizar la situación epidemiológica de la CAV. Así lo ha anunciado el lehendakari, Iñigo Urkullu, que ha avanzado que «en ningún caso» se van a «suavizar» las limitaciones vigentes para hacer frente a la pandemia del covid-19. Es evidente que los datos no lo permiten, aunque curiosamente el coordinador del LABI técnico, Jonan Fernández, indicó la pasada semana en una entrevista que veía factible que esta llamada «cuarta ola» toque techo estos días, algo que de momento no se traduce en los datos diarios.

Según ha explicado este lunes Urkullu en una entrevista concedida a Radio Euskadi, los confinamientos perimetrales de aquellos municipios con una alta incidencia acumulada, así como el toque de queda y las limitaciones impuestas a la hostelería, «deberían ser suficientes» para revertir la tendencia al alza.

«Quizá tenemos que prever lo que es un escenario de final de estado de alarma y, ante ello, cómo tenemos que proceder también en función de las competencias y limitaciones que se nos imponen por auto del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco», ha aseverado en alusión al levantamiento del estado de alarma el 9 de mayo, una idea que no comparte.

«Si se deroga y deja sin efecto, y mientras no se apruebe en el Parlamento Vasco una ley que nos dé determinadas garantías para la aplicación y cumplimiento de las medidas adoptadas por las administraciones, vamos a ir a un tiempo muy delicado», ha aseverado, y ha anunciado un verano marcado por la «emergencia sanitaria».

En este sentido, ha apuntado que ha pedido a la ciudadanía que mantenga el cumplimiento estricto de las medidas preventivas, porque «la pandemia existe, y la pandemia va a existir por muchos meses, pese a que tenemos una luz de esperanza, como es el flujo de vacunas que pueda llegar y la administración de la misma».