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Urtaran pide permiso al juez para desalojar las viviendas de Olarizu y adjudica la demolición

El alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, ha anunciado que el Consistorio ha solicitado al juez autorización para desalojar a las familias que viven en los pisos ocupados de la Avenida de Olarizu. Además, se han adjudicado las obras de demolición por un importe de 795.757,81 euros.

Viviendas tapiadas en Olarizu. (AYUNTAMIENTO DE GASTEIZ)
Viviendas tapiadas en Olarizu. (AYUNTAMIENTO DE GASTEIZ)

El Gobierno local de Gasteiz ha presentado este viernes en los juzgados el expediente con el que solicita al juez autorización para poder desalojar las 25 que permanecen ocupadas en la Avenida de Olarizu.

Así lo ha anunciado el alcalde, Gorka Urtaran, que ha revelado que la Junta de Gobierno ha aprobado adjudicar las obras de demolición de esos edificios a las empresas Campezo Obras y Servicios y Excavaciones Iparlur. El coste de las obras asciende a 795.757,81 euros.

«Seguimos dando los pasos que prometimos y siguiendo los procedimientos con las máximas garantías para que el desalojo y el derribo se puedan acometer lo antes posible», ha destacado el alcalde Gorka Urtaran.

Plazos de ejecución

Según recoge el pliego de condiciones del derribo, el plazo de ejecución de las obras será de cinco meses.

Sin embargo, dado que los trabajos están condicionados a la ausencia de personas en el interior de los edificios a derribar, «y que esto puede producir que los trabajos no puedan realizarse con continuidad», el plazo previsto establece un período máximo de 14 meses, a contar desde la formalización del contrato.

En este sentido, conviene recordar que la plataforma Benetako Green ha presentado una denuncia ante la Fiscalía porque considera que la demolición de las viviendas, sin una previa modificación del Plan General de Ordenación Urbana de Gasteiz, podría constituir un delito de prevaricación.

«Estaríamos ante una vía de hecho de la Administración municipal, con la apariencia formal proyecto de demolición, pero sin cobertura legal», sostiene Benetako Green.