Excepcional a su pesar

Emma Hayes se convierte en la tercera mujer que lleva a un equipo a la final de la Liga de Campeones. La presencia de entrenadoras en los principales banquillos europeos es todavía muy reducida.

Emma Hayes, en el duelo frente al Bayern de Munich. (Adrian DENNIS / AFP)
Emma Hayes, en el duelo frente al Bayern de Munich. (Adrian DENNIS / AFP)

«Es un insulto», respondió Emma Hayes al ser cuestionada hace un par de meses sobre su posible llegada al banquillo del Wimbledon, un equipo masculino... de Tercera. «Dirijo jugadoras de clase mundial. El fútbol femenino no está por debajo de nada. Es exactamente el mismo deporte. Es un insulto que hablemos de fútbol femenino como si fuese un paso atrás».

Más aún si, tras haber ganado Ligas y Copas con el Chelsea, al que dirige desde 2012 después de haber pasado por las categorías inferiores del Arsenal y la Liga estadounidense, ahora tiene la posibilidad de convertir al equipo londinense en campeón de Europa. Algo al alcance de pocos entrenadores... y de menos entrenadoras aún.

Y es que Hayes es excepcional a su pesar. Ninguna otra mujer había llevado a su equipo a la final de la Champions League desde que el torneo tomó este nombre en 2009. Antes, bajo la denominación de Copa Femenina de la UEFA, sólo otras dos lo habían logrado. Lo hizo en dos ocasiones la alemana Monika Staab con el Francfurt, con el que de hecho ganó la primera edición ante el Umea y perdió la final dos años después, también ante el equipo sueco. Y lo consiguió también su compatriota Martina Voss-Tecklenburg, actual seleccionadora de Alemania, que conquistó el título con el Duisburgo en 2009, en lo que fue poco menos que su debut en los banquillos.

Es decir, veinte ediciones, cuarenta finalistas, tres entrenadoras. ¿Incapacidad? ¿O cuestión de oportunidades? Más bien parece lo segundo y no hay más que echar un vistazo a la situación actual de los banquillos europeos: pocas mujeres y prácticamente ninguna al frente de los aspirantes a títulos. En la actual edición de la Champions hay que irse hasta los octavos de final para encontrar a otra entrenadora además de Hayes: Maria Wolf del St. Polten.

Sucede lo mismo, de hecho en muchos casos se trata por lógica de los mismos equipos, con los cojuntos cabeceros de las Ligas. De los principales torneos europeos en juego –Alemania, Inglaterra, Francia, España, Suecia, Italia, Holanda–, sólo cinco equipos de los tres primeros clasificados de cada Liga, cinco de 21 por tanto, están ocupados por entrenadoras: el Chelsea de Hayes, el Levante de María Pry, el Kristianstads de Elisabet Gunnarsdottir, la Juve de Rita Guarino y, desde la semana pasada, el Olympique de Sonia Bompastor, primera mujer en dirigir al campeón francés.

En el fútbol de selecciones, la situación es algo mejor en el plano cuantitativo pero la mayor diferencia se da en el cualitativo. En el último Mundial, sólo nueve de los 24 participantes estaban entrenados por mujeres pero fuero dos de ellas las que disputaron la final, Jill Ellis al frente de la campeona Estados Unidos y Sarina Wiegmann con Países Bajos. La holandesa se había adjudicado ya la última Eurocopa y, completando los grandes torneos, otro tanto sucedió con los últimos Juegos, los de Rio, en los que la final la ganó la Alemania de Silvia Neid ante la Suecia de Pia Sundhage. Las medallas, al menos, sí tienen nombre de mujer.

Dos mujeres en el banquillo del derbi

Athletic y Real han disputado 33 partidos de Liga pero todavía hay espacio para las novedades. La del domingo no será pequeña: por primera vez, los dos equipos estarán entrenados por mujeres.

Para Natalia Arroyo será el segundo derbi contra las rojiblancas, después de que la Real se llevara en enero el de la primera vuelta. Para Iraia Iturregi, que puede dar una masterclass al respecto como jugadora, será el primero como técnica porque accedió al cargo precisamente después de que la derrota en Zubieta agotara el crédito de Ángel Villacampa.

Con Arroyo e Iturregi, María Pry (Levante) y Jenny Benítez (Sporting) elevan a cuatro las entrenadoras que esta temporada ejercen en Primera.