La Policía española ha detenido en Iruñea a una hombre de 55 años acusado de una agresión sexual cometida en 2015, y posteriormente ha sido ingresado en prisión. El informe genético realizado por la Policía Científica ha sido fundamental para proceder al arrestó.

Según han informado medios locales citando fuentes policiales, la víctima, una joven de 21 años, denunció dos agresiones sexuales cometidas por un varón, «al que describió con detalles en su declaración».

En la investigación se elaboró un informe por parte de la Policía Científica con los restos biológicos del presunto autor, que no se correspondían con ninguno de los registrados entones en las bases de datos policiales.

Cuatro años después, en 2019 se recibió otra denuncia, presentada por una menor de edad, que alertó de que había sido objeto de comentarios obscenos y ofertas incitantes a la prostitución por parte de un hombre, del que apoyó la descripción.

Estos hechos se relacionaron con otra denuncia, esta vez con la investigación de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM), presentada por una mujer que advirtió de que un varón le había realizado gestos obscenos en la cristalera del portal donde ella residía. Días después la denunciante volvió a ver al hombre, que fue detenido.

Fue entonces cuando se recogieron muestras de ADN que fueron remitidas a la comisaría general de la Policía Científica, cuyos análisis arrojaron una coincidencia positiva con el perfil genético del autor de la agresión sexual cometida en 2015.

Una vez identificado el sospechoso, y después de comprobar que residía en Iruñea, se puso en marcha un dispositivo para su localización y detención, lo que ocurrió a principios de este mes.