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«Plaiko zubixe» volverá a Ondarroa tras dos años de reparación y casi un siglo de vida

El puente giratorio de Ondarroa, catalogado como Bien Cultural, será reinstalado en julio tras dos años de trabajos de restauración. Se está procediendo ya a los últimos ajustes.

Los trabajos de restauración, en Asturias. (Bizkaiko Aldundia)
Los trabajos de restauración, en Asturias. (Bizkaiko Aldundia)

La Diputación de Bizkaia instalará este próximo mes de julio en su ubicación original el puente giratorio de Ondarroa, una vez finalizado el proceso de restauración de la estructura metálica, sus mecanismos de giro, las bases sobre las que se asienta y los elementos de urbanización. Actualmente, la estructura y los mecanismos de giro están siendo sometidos a pruebas de funcionamiento y ajuste, previas a su traslado.

Según ha recordado la Diputación, el puente giratorio o puente de la playa («plaiko zubixe») fue levantado en 1927 y está catalogado como Bien Cultural con la categoría de Monumento en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco, siendo uno de los pocos puentes de su tipología que se conservan en el mundo.

Debido a que las partes metálicas se encontraban afectadas por corrosión, en junio de 2019 la Diputación inició la rehabilitación, que ha consistido en recuperar o replicar, mediante técnicas artesanales, las piezas de acero. Asimismo, también se ha intervenido para reposicionar y recalzar las dos pilas de piedra y hormigón, ya que presentaban problemas de asentamiento.

En la restauración del puente giratorio de Ondarroa la Diputación ha invertido 1.296.530 euros, correspondiendo 847.541 euros a la rehabilitación de la estructura metálica y 448.989 euros al reposicionamiento y recalce de las pilas.

Actualmente la pasarela se está sometiendo a pruebas de funcionamiento en condiciones reales en el taller especializado donde se ha restaurado la estructura metálica. Para realizar estas pruebas en ese taller ubicado en Carreño (Asturias) se han construido dos bases que reproducen exactamente las dos bases de Ondarroa, con su misma posición y distancias. Para reproducir las condiciones reales con la mayor fidelidad, hasta allí se han trasladado, además, los mecanismos de giro, el entarimado del puente y las barandillas.

De este modo, además de comprobar el funcionamiento de los mecanismos de giro, las pruebas sirven para ajustar la posición de las dos partes móviles, ya que deben encontrarse con precisión milimétrica en el punto de encuentro.

Estructura metálica

La estructura metálica del puente está compuesta por dos partes que giran de forma independiente. Las piezas originales, de acero, presentaban un avanzado estado de deterioro por corrosión, lo que motivó el cierre de la pasarela en el año 2016. Tras su desmontaje en junio de 2019, se ha trabajado en taller en la recuperación de las piezas originales que se podían aprovechar, siendo tratadas con chorreado para la eliminación del óxido y su posterior limpieza y pintura.

Las piezas que no se han podido recuperar han sido replicadas utilizando técnicas y procedimientos artesanales, totalmente diferentes a los que se emplearían en una construcción moderna actual. Al igual que en la estructura original, las réplicas se han fabricado también en acero.

Los trabajos de restauración de la estructura metálica finalizaron en diciembre de 2020 y posteriormente se procedió a su pintado en colores verde y negro.

Los mecanismos de giro se asientan sobre cada una de las pilas y consisten en una cremallera circular sobre la que se mueve un piñón. A lo largo de la historia de la pasarela este mecanismo ha sido accionado con sistemas eléctricos y manuales. Tras su rehabilitación, el sistema instalado será manual, al igual que en su configuración original.

Un aspecto fundamental en los trabajos de rehabilitación ha sido la actuación sobre las pilas de piedra y hormigón que sustentan la pasarela, y que originalmente se asentaban en el lecho arenoso de la ría, un terreno inestable y sometido a las corrientes de agua del Artibai y de las mareas. Debido a ello, ambas pilas se habían descolocado de su posición original; la pila izquierda se había desplazado unos 40 centímetros hacia el interior de la ría y la pila derecha presentaba un desplome de 4 centímetros. Ambos fenómenos no se habían manifestado hasta el desmontaje de la pasarela, ya que esta ejercía de tirante, manteniendo las pilas en su posición.

Para devolver las pilas a su geometría y posición original, estas se han fijado mediante micropilotes al lecho de roca, de modo que se eviten nuevos desplazamientos o cabeceamientos, y transmitan las cargas de la pasarela al sustrato rocoso. Estos trabajos se iniciaron en noviembre de 2020 y finalizaron el pasado mes de mayo.

Traslado y montaje

Cuando finalicen las pruebas de funcionamiento de los mecanismos de giro y el ajuste de la geometría de las piezas móviles, estas se transportarán por carretera hasta Ondarroa, para proceder a su montaje definitivo. El transporte se trata de una operación compleja por las dimensiones y peso de la estructura, ya que se compone de dos piezas de aproximadamente 23 metros de longitud y 14 toneladas de peso cada una.

Una vez en Ondarroa, en primer lugar, se instalarán los mecanismos de giro sobre las pilas, para después enhebrar las partes móviles sobre los soportes del mecanismo de giro.

La instalación de la pasarela se deberá completar con la colocación de las barandillas, del tablero de madera y la urbanización, para realizar los últimos ajustes y las pruebas del mecanismo.