Los economistas son muy optimistas respecto a la recuperación de la economía de la CAV tras la crisis provocada por la pandemia y su percepción sobre la situación económica general ha experimentado en junio una notable mejoría respecto al pasado mes de diciembre.

Así lo han dado a conocer este martes en Bilbo Joseba Barandiaran, portavoz del Colegio Vasco de Economistas, y Mercedes Vallejo, profesora de la UPV/EHU y autora del Ekonometro, la encuesta semestral sobre la situación económica y perspectivas de futuro, realizada entre mayo y junio entre sus colegiados.

Respecto a la situación de la economía de la CAV en los últimos seis meses, el 60,3% de las personas encuestadas considera que ha mejorado algo o bastante respecto al Ekonometro de diciembre de 2020, mientras que el 20% considera que ha empeorado.

Cuestionadas sobre las perspectivas futuras, más del 70% cree que la economía de la CAV mejorará y menos del 15% que empeorará, con lo que los niveles de confianza sobre la buena marcha de «la economía vasca» se sitúan en niveles similares a los de 2017, cuando alcanzó una de sus cotas más altas.

Colegiadas y colegiados también han sido consultados sobre el destino de los Fondos Europeos y, en su gran mayoría, tres cuartas partes, han opinado que, en general, están bien orientados para propiciar la recuperación económica y un cambio del modelo energético y productivo.

División sobre los plantes de igualdad

Donde se detecta mayor división acerca de su utilidad e impacto positivo a corto plazo es en los planes de igualdad en las empresas en relación al registro salarial de las plantillas, ya que muchos consideran que aumentarán los costes salariales de las compañías y la carga administrativa de las sociedades mercantiles.

No obstante, creen que a largo plazo sí tendrán efectos positivos porque consideran que la igualdad es un bien que mejora la productividad a largo plazo, que contribuye a aprovechar mejor el talento de las persona y que mejora el clima laboral en las firmas.

En esta oleada del Ekonometro se ha preguntado también por el apoyo a la digitalización de la sociedad, lo que ha concitado un consenso generalizado entre los encuestados aunque advierten de que dejará a una gran parte de la población en una situación relativamente vulnerable en sus relaciones con los bancos y la Administración.