En una rueda de prensa en las instalaciones de Santurtzi, el presidente del Puerto de Bilbo, Ricardo Barkala, ha informado que el tráfico de mercancías del primer semestre de 2021 presenta un resultado negativo, con una pérdida acumulada de 1,1 millones de toneladas, lo que supone un descenso del 6,6% respecto al mismo período del ejercicio anterior.

Barkala ha indicado que la explicación de este descenso se encuentra sobre todo, en los graneles líquidos, con 1,2 millones de toneladas menos, y concretamente en la importación de crudo y gas; mientras que en la carga seca se han recuperado los tráficos anteriores a la pandemia, aumentando en más de 100.000 toneladas.

En concreto, destacan los graneles sólidos con un incremento del 14,5% y la mercancía rodada con un crecimiento del 8%, por el aumento del tráfico de semirremolques no acompañados debido al Brexit, que ha llevado a los armadores a reforzar sus líneas con Irlanda y Reino Unido.

A pesar del «mal comportamiento» de los primeros cinco meses, Barkala ha destacado los resultados positivos en junio, en el que se han recuperado prácticamente 350.000 toneladas, porque «por fin se empieza a ver la luz en muchos ámbitos» y se nota un «dinamismo» que espera que «se sostenga en el tiempo» y pueda permitir volver a «números anteriores a la pandemia».

«Recuperación»

Ha afirmado que, a la vista de estos resultados, se espera una «significativa recuperación» de tráficos durante el segundo semestre y ello, principalmente por tres motivos. Por una parte, ha indicado que la mayor caída de tráficos se concentró en el último trimestre del año 2020, meses en los que se redujeron los tráficos prácticamente a la mitad, como consecuencia de la pandemia y los efectos de la huelga en la estiba.

Por otro lado, la carga seca muestra una evolución «muy positiva», sobre todo en los dos últimos meses, superando los tráficos del semestre del año pasado. El tercer factor que hace pensar en una recuperación, es que, en relación a los graneles líquidos, la refinería de Petronor tiene previsto finalizar el ERTE –está en tribunales y la plantilla está desarrollando una campaña de movilizaciones– en breve e iniciar la producción de las dos líneas de refino a final de verano. Asimismo, se espera el incremento de la demanda de gas hasta alcanzar Bahía Bizkaia Gas (BBG) los 3,4 millones de toneladas.

El número de buques se sitúa en los mismos niveles que a junio de 2020 y los pasajeros de línea regular (ferries) se han visto reducidos en un 55% en el primer semestre fruto de las restricciones de la pandemia.

En este sentido, ha apuntado que la naviera Brittanny Ferries ha recuperado esta semana sus frecuencias habituales, con la incorporación del ferry con Portsmouth, con lo que se espera que a partir de ahora este dato «mejore significativamente». En lo referente a cruceros se espera que durante el verano atraque el primero tras el inicio de la pandemia.

Cifra de negocio

Barkala ha precisado también que el importe de la cifra de negocio ha sido de 31,3 millones frente a los 32,3 millones de 2020, lo que representa una reducción del 3,2%.

Según ha indicado, ese descenso en la facturación de un millón de euros es debido al menor volumen de tráficos portuarios. A juicio de Barkala, la recuperación económica se concentrará en el segundo semestre de 2021 y los datos por meses «ya arrojan signos claros de recuperación».

Los recursos generados (Ebitda) del primer semestre han alcanzado los 15,8 millones. Por otra parte, en materia de subvenciones logradas para el Puerto de Bilbao, ha destacado que la Autoridad Portuaria ha cobrado 4,1 millones de la Comisión Europea, en el ámbito del programa de ayudas CEF 2015 Connecting Europe Facility, correspondientes a la obra de la primera fase del Espigón Central.

Inversiones de 51,5 millones

Barkala ha indicado que en 2021 la inversión prevista por parte de la Autoridad Portuaria es de 51,5 millones de euros para la creación y mejora de infraestructuras.

Las principales obras son ampliación del muelle AZ1 en 50.000 metros cuadrados de superficie y una línea de muelle de 251 metros lineales. Las obras, que estarán finalizadas a comienzo de 2023, se han adjudicado en junio a la UTE formada por Rover Maritime, Murias y Ciomar por un importe de 27,4 millones aproximadamente, se iniciará en setiembre y el plazo de ejecución es de 18 meses.

También está prevista la urbanización de 201.399 m2 de la primera fase del Espigón central. El presupuesto total de la obra es de 8,5 millones y se ha realizado ya el 35% de los trabajos que finalizarán en otoño. En abril, la Autoridad Portuaria otorgó a Consignaciones Toro y Betolaza 70.150 m2 de esta primera fase. La firma ampliará, así, su terminal para carga convencional y ro-ro del Muelle A6. En la nueva superficie realizará una inversión próxima a los 5 millones y construirá una nave de 21.600 metros cuadrados.

Las inversiones también se dirigen a las obras de relleno de la Margen izquierda del Canal de Deustu, proyecto concluido en junio tras una inversión cercana a los 20 millones y que ha posibilitado la generación de una superficie de unos 50.000 m2 en dominio público portuario y permitirá el desarrollo urbanístico de la isla de Zorrotzaurre.