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Un tribunal argentino condena a un militar y tres policías por crímenes durante la dictadura

Un tribunal oral de Argentina ha condenado este jueves a la pena de prisión perpetua a cuatro antiguos uniformados por delitos de «lesa humanidad» cometidos durante la última dictadura, entre 1976 y 1983.

Jorge Alberto Fariña, militar con los mayores delitos entre los condenados. (ABUELAS DE LA PLAZA DE MAYO)
Jorge Alberto Fariña, militar con los mayores delitos entre los condenados. (ABUELAS DE LA PLAZA DE MAYO)

El Tribunal Oral Federal 2 de la ciudad de Rosario ha encontrado culpables de delitos cometidos contra una treintena de personas a Jorge Alberto Fariña, exintegrante del destacamento de Inteligencia 121 del Ejército, y a los expolicías Federico Almeder, René Juan Langlois y Enrique Andrés López.

Todos ellos han sido condenados a cadena perpetua por los delitos de «privación ilegítima de la libertad agravada por violencia y amenazas, aplicación de tormentos agravados por ser las víctimas perseguidos políticos y homicidio agravado por alevosía».

En el caso de Fariña, además, ha sido condenado por «sustracción y supresión y alteración de la identidad de una menor de edad».

El tribunal considera que todos estos delitos constituyen crímenes de «lesa humanidad» y que, por tanto, no han prescrito.

En este caso judicial, denominado ‘causa Klotzman’, se investigaron hechos ocurridos en 1976 en relación a militantes del PRT-ERP –una guerrilla escindida del Partido Revolucionario de los Trabajadores– que en su mayoría pasaron por el centro clandestino de detención conocido como Quinta Operacional de Fisherton, en la ciudad de Rosario.

Rapto de una recién nacida

La causa incluyó el caso de apropiación ilegal de la hija de Cecilia Beatriz Barral y Ricardo Horacio Klotzman, secuestrados el 2 de agosto de 1976 en su domicilio en Rosario.

Al momento de ser secuestrada, Barral estaba embarazada de nueve meses.

Por el testimonio de un sobreviviente, pudo saberse que la pareja permaneció detenida en el centro clandestino Fisherton.

Según precisaron en un comunicado las Abuelas de Plaza de Mayo, querellantes en esta causa, la pequeña recién nacida fue separada de su madre, trasladada y entregada el día 21 de agosto de 1976 a una familia de la ciudad de Santa Fe, «borrando así todo dato sobre su identidad».

En 2011, gracias a estudios comparativos en el Banco Nacional de Datos Genéticos a una joven que podría ser hija de militantes desaparecidos, pudo determinar que se trataba de la hija de Barral y Klotzman.

Las Abuelas aún prosiguen con la búsqueda de los hijos de Isabel Ángela Carlucci, María Laura González y Liliana Beatriz Girardi, víctimas también en esta causa.