Iñaki Telleria

Denuncian la derivación de pacientes oncológicos en Gipuzkoa de la sanidad pública a la privada

El comité de empresa de Onkologikoa ha denunciado la infrautilización de este centro especializado en el tratamiento del cáncer y la derivación que Osakidetza está haciendo tanto de los pacientes oncológicos como de los propios médicos especialistas al centro privado Policlínica de Gipuzkoa.

Vista exterior del edificio del infrautilizado Onkologikoa de Donostia. (Gorka RUBIO/FOKU)
Vista exterior del edificio del infrautilizado Onkologikoa de Donostia. (Gorka RUBIO/FOKU)

Los representantes de los trabajadores de Onkologikoa han denunciado este viernes la infrautilización por parte de Osakidetza de este centro especializado y puntero en el tratramiento del cáncer, así como la derivación que el Departamento de Salud del Gobierno de Lakua está haciendo del Hospital público Donostia hacia la privada Policlínica tanto de pacientes oncológicos como de los médicos especialistas.

Recuerdan en su comunicado que la Fundación Onkologikoa «era un hospital que ofertaba 80 camas para estancia hospitalaria, pero a partir de 2019 coincidiendo con su vinculación a Osakidetza y en plena crisis de la pandemia por la covid-19 se redujo a 25 camas». Añaden que la hospitalización ahora «no alcanza el 50% de ocupación media y la actividad quirúrgica se va reduciendo ante la sospecha de su desintegración».

En cuanto a la actividad quirúrgica, recuerdan que Onkologikoa cuenta con cuatro quirófanos inteligentes dotados con los medios y equipos materiales «más avanzados del mercado», pero «alguno permanece cerrado y el resto presenta escasa actividad y está dedicado a cirugía menor y colocación de port-a-Caht (acceso venoso permanente), entre otras naderías». Puntualizan, además, que «disponía de una Unidad de Recuperación Postanestésica (URPA), a día de hoy sin justificación de uso e igualmente soportó el desmantelamiento del Servicio de Anatomía Patológica y Laboratorios Generales».

Envío de pacientes con cáncer

Según explica el comité de empresa, sus alarmas se dispararon cuando comprobaron que Policlínica, centro privado concertado con Osakidetza, «es el receptor de la deriva de pacientes oncológicos citados desde el Hopistal Universitario Donostia (HUD)».

En este sentido, lamentan que el Hospital Donostia, «incumpliendo compromios adquiridos, ha dejado de enviar pacientes a Onkologikoa al tiempo que los médicos especialistas del hospital se desplazan al centro privado, destinatario de cirugías oncológicas que deberían dirigirse a Onkologikoa».

Como otro ejemplo de dejación de funciones para Onkologikoa señalan que el ambulatorio de Gros va a disponer de un nuevo mamógrafo, lo que también restará pacientes a Onkologikoa, «duplicando recursos públicos con su respectivo sobrecoste».

Insisten en que el hecho de no contar con Onkologikoa requiere una partida adicional por parte de la Administración Pública por lo que «la gravedad de lo que viene ocurriendo en conjunto» de este centro «anticipa la sospecha de la presunción de ilícitos legales, como podría ser la tipificada como ‘administración desleal’».

Renovación tecnológica

Otro aspecto derivado de la infrautilización de Onkologikoa es la «obsolescencia de las dotaciones tecnológicas, que exige una renovación de la maquinaria antes de llegar al final de la vida útil de aparataje».

El comité de empresa indica que «únicamente» han incorporado un acelerador para tratamientos de radioterapia, por lo que «si no hay inversión, Onkologikoa quedará condenada a un lamentable estado, con riesgo para su continuidad y, en consecuencia, peligrando un bien común de la ciudadanía por no disponer íntegramente de un centro monográfico con estrategias específicas para la prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer».

Tras insistir en que «dejar a la deriva un hospital como Onkologikoa es una grave irresponsabilidad», el comité de empresa del centro demanda al Departamento de Salud del Gobierno de Lakua, «como responsables del sistema vasco de salud y atendiendo a su potestad, que cubra con responsabilidad estas deficiencias sanitarias, dado que ninguna comunidad o población afectada por procesos oncológicos puede permitirse no optimizar sus recursos sanitarios con la infrautilización de un hospital que funciona por debajo de su capacidad de rendimiento por la deliberada determinación de no enviar enfermos».