Kepa Arrizabalaga metió anoche al Chelsea en los octavos de final de la Copa de la Liga deteniendo un lanzamiento decisivo en la tanda de penaltis ante el Aston Villa.

El encuentro finalizó con empate a uno y el de Ondarroa volvió a erigirse en el héroe de los «blues» en el duelo de la Carabao Cup. Detuvo el tiro de Ezri Konsa y, además, Ashley Young remató al larguero. Durante el partido también firmó varias intervenciones de mérito como un paradón abajo a Traoré.

La lesión de Mendy le ha devuelto a la titularidad y el fin de semana se estrenó ante el Tottenham en liga, logrando mantener la portería a cero.

La redención de Kepa en el Chelsea arrancó en la final de la Supercopa europea ante el Villarreal cuando Tuchel decidió meterle en los últimos segundos de la prórroga para que fuera el portero del equipo en la decisiva tanda de penaltis. El alemán explicó que sabían que el de Ondarroa tenía un mayor porcentaje de paradas que Mendy.

La apuesta funcionó y el Chelsea alzó el título. Kepa empezaba a recuperar parte del crédito perdido tras una campaña aciaga en la que perdió la titularidad y la confianza de su anterior entrenador, Frank Lampard.

El próximo 3 de octubre cumplirá 27 años y vuelve a sentirse un jugador importante. El factor sicológico juega un papel importante. En plena madurez deportiva ha comprobado en sus propias carnes lo rápido que se puede pasar de alcanzar la gloria a chocar contra el suelo para volver a levantarse.

En verano relató en una carta escrita en primera persona en ‘The players tribune’ su experiencia en el fútbol y la crudeza de las críticas que ha recibido en su etapa en el Chelsea.

El precio del traspaso y la polémica con Sarri

Kepa recaló en el conjunto inglés en agosto de 2018. Llegó tras abonar los 80 millones de euros de su cláusula de rescisión íntegra al Athletic. Fue el traspaso más alto pagado por un portero. Apenas había completado una temporada como titular en el conjunto rojiblanco, pero en su estreno en la Premier se amoldó a la competición siendo protagonista en el título de la Europa League conseguido por el conjunto inglés.

En sus primeros meses en Londres protagonizó una polémica con su antiguo técnico Maurizio Sarri en la final de la Copa de la Liga. El portero evitó en la última jugada del encuentro el gol del City, resintiéndose de un problema físico por el que su técnico Sarri lo iba a sustituir por Caballero, pero Kepa se negó a salir y no pudo ser el héroe de la final en la tanda de penaltis. Una situación esperpéntica y extraña obligó a ambos, Kepa y Sarri, a pedir perdón aduciendo que fue un malentendido entre ambos.

Después vinieron los errores en la época de Lampard y el paso al banquillo que le dejó fuera de la Eurocopa. El Chelsea ganó la Champions al acabar la temporada con Kepa de suplente. Se especuló con su salida, pero de la mano de Tuchel está dando la vuelta a la situación.