Un total de 45 papeleras de color amarillo forman parte de la experiencia piloto de recogida de residuos reciclables en la vía pública que el Ayuntamiento de Iruñea va a realizar en el barrio de Sanduzelai.

El proyecto cuenta con un presupuesto de 25.000 euros y ya se han comenzado a instalar esas papeleras amarillas junto a las habituales verdes con el fin de mejorar la limpieza viaria.

El Ayuntamiento indica en una nota que se está evitando colocar estas papeleras, debido a su impacto visual, en inmediaciones de paseos, plazas o zonas que estén dotadas exclusivamente de papeleras ornamentales.

Al margen de esas papeleras amarillas, un estudio realizado en el barrio sobre los residuos ha llevado al Ayuntamiento a instalar dos nuevos puntos de papeleras exclusivas de excrementos caninos en el entorno de las zonas donde se ha verificado mayor presencia de perros para así evitar que se depositen en las papeleras verdes.

Casi una tonelada de residuos al día

La recogida de residuos en la vía pública en Iruñea asciende aproximadamente a 1.537,75 toneladas al año, de las que 350 se corresponden con residuos depositados en papeleras y el resto con residuos vertidos en calzada o aceras, lo que implica que cada día se recogen de las papeleras de la ciudad algo menos de una tonelada de residuos. De esta forma, papeleras y limpieza viaria suponen algo menos del 2% de la recogida de residuos domésticos.

Estas cifras indican que el residuo generado en Iruñea en la vía pública por cada habitante es de 7,7 kilos al año, de los que 1,75 se depositan en papeleras, lo que equivale a poco más de cinco contenedores completamente llenos si se une toda la recogida viaria de papeleras en un día.

Antes de poner en marcha la experiencia piloto en Sanduzelai se ha realizado en el barrio durante dos semanas un estudio con un muestreo de residuos para el que se recogieron 1.094 kilos de residuos en las 182 papeleras que tiene. De este total 235 kilos correspondían a excrementos caninos, 232,1 a papel y cartón, 132,5 eran materia orgánica, 132 plásticos, 72,9 vidrio, 67,7 aluminio, 18,8 textiles, 15,8 bricks, 13,1 metal y 174 otros elementos y materiales.

El Ayuntamiento precisa que este estudio se llevó a cabo cuando los establecimientos hosteleros tenían restricciones por la covid, lo que generó más residuos derivados del consumo de café, bebidas y comida rápida en la vía pública, lo que hizo necesario instalar cubos suplementarios y reforzar el servicio.