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«La libertad de lo que quiero hacer», el argumento de Kyrie Irving para no vacunarse

Apartado por los Booklyn Nets hasta que se vacune contra la covid-19, el base apela que «es lo mejor» para él, al tiempo que insiste en su posición contraria. En un giro rocambolesco de los hechos, los Nets podrían ser capaces de admitir al jugador para los partidos de fuera de Nueva York.

Kyrie Irving, empeñado en ir contra toda lógica a cuenta de una «libertad individual» tan gregaria como el sometimiento. (Kevork DJANSEZIAN / AFP PHOTO)
Kyrie Irving, empeñado en ir contra toda lógica a cuenta de una «libertad individual» tan gregaria como el sometimiento. (Kevork DJANSEZIAN / AFP PHOTO)

«No se trata de los Nets, no se trata de la organización, no se trata de la NBA, no se trata de política. Se trata solo de la libertad de lo que quiero hacer».

La libertad individual, esa que tanto parece inspirar a la sociedad de los Estados Unidos, es el argumento principal que ha esgrimido el base de los Brooklyn Nets Kyrie Irving para persistir en su negativa a vacunarse contra la covid-19.

El pasado martes, los Nets decidieron que Irving no estaría con el equipo porque no es «elegible» para jugar en casa, donde un mandato de Nueva York requiere que los atletas profesionales de uno de los equipos de la ciudad estén vacunados para entrenar o competir en lugares públicos.

«Estoy haciendo lo mejor para mí. Conozco las consecuencias aquí y si eso significa que soy juzgado y demonizado por eso, eso es exactamente lo que es», ha destacado Irving en unas declaraciones llevadas a cabo desde su cuenta de Instagram Live, aunque ha subrayado que no se piensa retirar del basket profesional.

«Ese es el papel que interpreto, pero nunca quise renunciar a mi pasión», ha insistido.

La situación con el base se vuelve rocambolesca por momentos. De hecho, Irving podría entrenar con los Nets y jugar partidos fuera de Nueva York. Y si así lo hiciera, la franquicia de Brooklyn le pagaría por eso, pero Irving estaría renunciando a aproximadamente la mitad de su salario de 35 millones de dólares al perderse los partidos en casa.

«¿Y qué? No se trata del dinero», ha señalado Irving. «No siempre se trata del dinero. Se trata de elegir lo mejor para ti», en un ejercicio de funambulismo dialéctico cada vez más enrevesado.

Irving ha insistido en que que apoya a las personas que están así como a los que no están vacunadas, y ha expresado su agradecimiento por los médicos. El base All-Star no ha dado, pues ninguna indicación de que estéen contra de ser vacunado, solo que ha decidido no hacerlo.

Hasta esta intervención en las redes sociales, Irving no ha hablado con los periodistas desde el «Media Day» de los Nets el 27 de septiembre, cuando apareció a través de Zoom y pidió privacidad cuando se le preguntó sobre su estado de vacunación.

A finales de septiembre la NBA puso negro sobre blanco que será mucho más exigente y severo con aquellos que no quieran vacunarse, aunque quizá la delcaración a favor de la vacunación más altisonante ha sido la de Kareem Abdul Jabbar.

«Una cuestión de salud pública»

Poco amigo del faranduleo pero muy involucrado por su conciencia social, el expívot de los Milwaukee Bucks y Los Angeles Lakers recibió hace poco la primera dosis de su vacuna y afirmó a Rolling Stone que «no hay lugar para jugadores que estén dispuestos a arriesgar la salud y la vida de sus compañeros, el personal y la afición simplemente porque no pueden comprender la gravedad de la situación o hacer la investigación necesaria. Lo que encuentro especialmente poco sincero acerca de los negacionistas de la vacuna es su arrogancia por no creer en la inmunología y otros expertos médicos. Sin embargo, si su hijo estuviera enfermo o ellos mismos necesitaran tratamiento médico de emergencia, ¿con qué rapidez harían exactamente lo que esos mismos expertos les dijeran que hicieran?».

Asimismo, Abdul-Jabbar se mostraba muy crítico contra las estrellas que preferían pasar de puntillas sobre este tema. «No están a la altura de las responsabilidades que conlleva ser una celebridad. Los atletas no tienen la obligación de ser portavoces del gobierno, pero esto es una cuestión de salud pública», afirmó categórico.