La semana pasada, el concejal de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo del Ayuntamiento de Bilbo anunció que las terrazas que autorizó levantar o ampliar durante la pandemia se mantendrán con «carácter temporal». Pese a no poner fechas, señaló que no será para siempre.

Ante las declaraciones del concejal, la Federación de Asociaciones Vecinales de Bilbo ha recordado que la concesión de licencias extraordinarias para la ampliación de las terrazas estaba justificada por la existencia de medidas extraordinarias que impedían consumir dentro de los locales, y cree que ahora que esas medidas han desaparecido, «no se comprende esta prolongación de licencias».

«El espacio público se entiende destinado a favorecer la movilidad de la ciudadanía, especialmente de esa parte de la población que puede tener problemas ante los obstáculos físicos o la reducción del espacio. No entendemos que se proponga seguir ocupando el espacio que se considera de uso común para beneficios particulares», ha explicado la federación en una nota.

Por ello ha pedido al Consistorio que se retire la concesión de licencias extraordinarias y ampliación de terrazas y se vuelva a la situación anterior a la pandemia. «Todo ello con la finalidad de cuidar la calidad de vida del conjunto de la ciudadanía, facilitando los desplazamientos a pie, la entrada a los portales sin obstáculos, la disminución del ruido… En definitiva, el disfrute de ese espacio que consideramos que nos pertenece a todos y todas».

Ekologistak Martxan: «No ha cualquier precio»

En la misma línea, Ekologistak Martxan también defiende que con el fin de las medidas anticovid «lo normal sería volver a la situación previa a la pandemia» respecto a las terrazas.

«Comprendemos que las terrazas ayudan a dinamizar la ciudad, tanto de manera económica, como su espacio de interrelaciones sociales, pero dicho espacio no puede desarrollarse a cualquier precio», ha señalado la organización ecologista.

Sin embargo, ha hecho una distinción en los dos tipos de ampliaciones de terraza que se han dado. Ekologistak Martxan cree que aquellos permisos que se han dado sobre la calzada ocupando parcelas de aparcamiento «son interesante en la medida que se va conquistando espacio al coche y no genera efectos barrera en las aceras».

Pero destaca que con aquellos permisos que se han dado sobre las aceras o en aquellas calles peatonalizadas se vuelve a debates previos de la pandemia como son: el problema de la movilidad de los peatones, especialmente para aquellos sectores con movilidad reducida: persona con algún tipo de minusvalía, niñas y niños, personas mayores….» También ha mencionado los problemas que surgen con el acceso de ambulancias, camiones de bomberos y demás vehículos de emergencias de gran volumen.

«No se puede olvidar, que la terraza no deja de ser una apropiación privada de un espacio público pensado fundamentalmente para desplazarse», ha añadido Ekologistak Martxan.

Asociación de Hostelería de Bizkaia: «El sector sigue necesitando ayuda»

Por su parte, la Asociación de Hostelería de Bizkaia, ha indicado que los locales hosteleros acarreando el quebranto económico que les han supuestos las restricciones tanto de aforo como de movilidad y horarios en el último año y medio.

«Las empresa empiezan en negativo y para recuperarlo, todo lo que sean facilidades y ayudas para tratar de volver cuanto antes a la situación prepandémica es bienvenido. Hay gente que se ha endeudado con bancos e incluso familiares, que ha sacrificado su patrimonio personal para continuar...», ha alertado el gerente de la asociación Héctor Sánchez.

En este sentido, ha señalado que el sector va a seguir necesitando del apoyo de las instituciones, «no de manera indefinida, pero sí durante un tiempo para volver a la normalidad que todos queremos que llegue».

Por ello, ha pedido a los ayuntamientos que mantengan las actuales medidas de concesión de terrazas durante, al menos, un tiempo «razonable». «Entendemos que una ciudad tiene que tener su equilibrio y que hay que conjugar distintos intereses y sensibilidades; lo que vamos a pedir es que sean condescendientes con la situación que vive la hostelería, con las costumbres de consumo que hoy en día están en vigor y con la situación económica que vive el sector», ha planteado.