El régimen talibán ha reiterado este lunes que pretende reabrir los colegios para niñas «pronto». Centros educativos afganos llevan abiertos alrededor de un mes pero solo los niños pueden acceder a ellos. Mientras tanto, activistas advierten que darán comienzo a manifestaciones y movilizaciones ya que alrededor de 1,1 millones de niñas continúan sin acceso a la educación secundaria. Asimismo, a las profesoras tampoco se les ha permitido regresar a sus puestos de trabajo.

Según ha señalado el portavoz de los talibanes Bilal Karimi, las niñas tendrán que esperar para volver a los institutos hasta que diseñen un un sistema para «garantizar la seguridad de las niñas en las escuelas», al mismo tiempo que «se respeten los valores y principios tanto del islam como el pueblo afgano».

«Nuestros esfuerzos están centrados en reabrir pronto las escuelas de niñas para que el proceso educativo vuelva a la normalidad», ha señalado el portavoz talibán. Por lo tanto, las jóvenes están condenadas a esperar en sus casas a que los talibanes redacten una supuesta guía que indique lo que se debe enseñar en los colegios femeninos. «Todavía estamos ocupados trabajando en el marco, las directrices y las regulaciones para las escuelas de niñas», ha declarado Karimi.

Mientras tanto, entre la población afgana la prohibición de reabrir las escuelas a las niñas y jóvenes ha causado incertidumbre, con críticas de activistas de los derechos de las mujeres, que temen volver a la época del anterior régimen talibán entre 1996 y 2001.

Durante ese tiempo, y a pesar de continuas promesas de que las medidas serían temporales, las niñas tenían prohibido estar escolarizadas y el papel de la mujer se limitó a las tareas domésticas, sin posibilidad siquiera de trabajar. A partir de 2001 la tasa de analfabetismo de las niñas afganas bajó del 85% al 70%.

El fundador y presidente de la Sociedad Civil Camino del Bolígrafo advierte que defenderán el derecho a la educación de las niñas: «Nos estamos preparando para protestar, bloquearemos carreteras y utilizaremos cualquier método a nuestro alcance para presionar al Gobierno para que permita a las niñas en la educación secundaria».

Los temores de las niñas

Según testimonios que ha recogido AFP, las niñas, que están recluidas en casa, están «tristes» y «enfadadas».

Como es el caso de Amena, una joven afgana de 16 años, que a pesar de que vio morir a decenas de compañeras de clase cuando su escuela fue atacado por el Estado Islámico quería seguir estudiando: «Quería estudiar, ver a mis amigos y construir mi futuro, pero ahora ya no tengo derecho».

Amena ha recordado a AFP que «mataron a niñas inocentes». En total se contabilizaron 85 fallecimientos, sobre todo adolescentes. «Vi con mis propios ojos a niñas moribundas y heridas. A pesar de esto, quería volver al colegio», ha denunciado la adolescente.

La joven que aspiraba a ser periodista ya no tiene «esperanza» en Afganistán. Hoy por hoy vive enclaustrada en casa con algunos libros que le trae su hermano y sin «nada especial que hacer».

Amena no entiende por qué las niñas tienen prohibido el acceso a los centros de secundaria:«Las niñas también tienen derecho a estudiar. Son la mitad de la sociedad. No hay diferencia entre nosotros».