Dabid Lazkanoiturburu

París veta a Londres en medio del drama migratorio en el Canal de la Mancha

Los gobiernos británico y francés siguen tirándose los trastos a la cabeza en un repunte de la tensión bilateral con el trasfondo del dramático naufragio de migrantes en el Canal. Un rifirrafe diplomático que vuelve a ahogar con su indiferencia a los 27 muertos.

 Homenaje en Calais a las cientos de personas ahogadas desde 1999. (FRANCOIS LO PRESTI-AFP)
Homenaje en Calais a las cientos de personas ahogadas desde 1999. (FRANCOIS LO PRESTI-AFP)

El Gobierno de París ha anunciado este viernes la anulación del encuentro entre el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, y su homóloga británica, Pitri Patel, tras la misiva publicada a última hora del jueves por el primer ministro del Ejecutivo de Londres, Boris Johnson, sobre la crisis migratoria en el Canal de la Mancha.

Johnson publicó una carta en la red social Twitter en la que propone al presidente francés, Emmanuel Macron, patrullas marítimas conjuntas para evitar que las embarcaciones salgan de las costas francesas o un acuerdo que «permita devolver a todos los inmigrantes ilegales que crucen el canal» y llegan a costas británicas.

«Consideramos la carta como inadmisible y contraria a nuestras discusiones entre homólogos», ha salido al paso el Ministerio del Interior francés, y ha vetado a Patel en la reunión interministerial que se celebrará en un formato con Bélgica, Países Bajos, Alemania y la Comisión Europea.

El portavoz del Gobierno francés, Gabriel Attal, ha reivindicado que «nuestros guardacostas, nuestros policías, nuestros gendarmes, han impedido que 7.800 migrantes crucen el Canal de la Mancha en lo que va de año».

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Asimismo, Attal ha reiterado que «es necesario que los británicos envíen oficiales de protección para examinar las demandas de asilo que les conciernen». Eso sí, ha pasado por alto la política contra el derecho de asilo y el derecho de migrar que lleva a cabo su Gobierno y que incluye, entre otras medidas, diarias devoluciones en caliente en sus fronteras, como es evidente en el Bidasoa.

El ministro de Transporte británico, Grant Shapps, ha replicado que «los amigos y los vecinos» tienen que trabajar juntos, petición de colaboración que sorprende cuando llega de un Gobierno que hizo bandera de cortar lazos con el continente (Brexit), pero que se entiende ya que a la vez ha convertido la lucha contra la migración en su caballo de batalla.  

27 personas ahogadas

Estaba previsto que una delegación británica se trasladara hoy mismo a París para llevar a cabo conversaciones con el Gobierno francés, mientras Patel iba a acudir el domingo a Calais, frente a cuyas costas murieron esta semana al menos 27 personas, 17 varones, 7 mujeres y 3 jóvenes que intentaban cruzar a Inglaterra.

El drama del pasado miércoles es el más mortífero desde el incremento en 2018 de los peligrosos viajes de los migrantes a través del Canal, que ven impedido su acceso al puerto de Calais y al túnel ferroviario.

Los migrantes embarcaron en el puerto de Dunkerke en un «long boat», un frágil bote hinchable con fondo flexible cada vez más utilizado desde el verano.

Desde inicios de año hasta el 20 de noviembre, 31.500 migrantes han intentado hacer el peligroso viaje, según cifras oficiales. Un naufragio en enero se saldó con tres muertos y cuatro desaparecidos bajo las aguas.

Conflicto pesquero

En paralelo a la crisis migratoria, Londres y París mantienen otras negociaciones abiertas sobre la limitación de licencias de pesca a trabajadores galos por parte de Londres, lo que había llevado a París a dar un ultimátum a Johnson, pero tras semanas de discusiones no han logrado un acuerdo.

Los pescadores franceses han lanzado hoy mismo una operación de bloqueo de puertos y del túnel de la Mancha para exigir una solución a este conflicto, consecuencia del Brexit y los (des)acuerdos con la Unión Europea.