Un joven judío ha sido herido en un apuñalamiento cometido por un palestino que ha sido abatido posteriormente porr la Policía de Frontera frente a la popular Puerta de Damasco, en Jerusalén Este ocupado.

Las imágenes, difundidas por medios locales, muestran a un joven judío ultraortodoxo ensangrentado y a los agentes israelíes disparando al palestino cuando ya estaba reducido en el suelo.

لحظة تنفيذ عملية الطعن قرب باب العامود بالقدس مساء اليوم pic.twitter.com/PiNDReFDsr

— AlQastal القسطل (@AlQastalps) December 4, 2021

El servicio de emergencias Maguen David Adom (MDA) atendió al herido de 20 años, que fue inmediatamente evacuado al centro hospitalario Shaare Zede, detalló un portavoz.

La Policía de Frontera confirmó la muerte del atacante en el lugar del suceso, frente a una de las principales entradas a la Ciudad Vieja, que ocurrió poco antes del anochecer cuando termina el Shabat, día de descanso judío.

«Los agentes tomaron la acción rápida y decidida que se espera contra un terrorista que intentó asesinar a un civil israelí», es la versión del primer ministro israelí, Naftali Benet, ante el polémico vídeo viralizado en el que se ve a los policías disparando al atacante palestino cuando estaba inmovilizado en el suelo.

«Me gustaría extenderles todo su apoyo. Así es como se espera que actúen nuestros agentes y así es como actuaron. No podemos permitir que nuestra capital se convierta en un foco de terrorismo», ha añadido Benet sobre el incidente que se produjo en territorio ocupado.

La Media Luna Roja Palestina añade que las fuerzas de seguridad israelíes «negaron el acceso de los médicos al lugar del incidente del tiroteo para proporcionar primeros auxilios, poco antes de que se anunciara su muerte».

Un exprisionero de 25 años

El joven ha sido identificado por los medios locales como Mohamad Salima, expreso de 25 años de la localidad de Salfit, en Cisjordania ocupada, que se encontraba ilegalmente en Jerusalén.

El pasado mes se registraron otros dos ataques dentro de ciudad amurallada de Jerusalén, epicentro de las tensiones entre palestinos e israelíes.

Un palestino de 40 años, del este ocupado de Jerusalén y miembro del movimiento islamista Hamás, mató con una ametralladora a un civil israelí e hirió a otros cuatro, tras lo que fue abatido por la Policía.

Cuatro días antes, el miércoles 17 de noviembre, un palestino de 16 años, también de la ciudad, hirió con un cuchillo a dos policías israelíes y murió igualmente por disparos de la Policía israelí.

Libres sin condición alguna

Según se ha sabido este domingo, la Policía israelí interrogó en la noche del sábado a los agentes que mataron al palestino. Explican oficialmente que fueron sometidos a una investigación rutinaria que se suele realizar tras cualquier incidente que involucra el uso de munición real y deriva en víctimas mortales.

Ambos fueron puestos en libertad sin condiciones, mientras cargos del aparato de seguridad y el Gobierno israelí apoyan la respuesta de los agentes.

Mientras, su muerte ha sido condenada por la oficina del presidente palestino, Mahmud Abás, como «un crimen de guerra» que es «una continuidad de la agresión en curso contra el pueblo palestino».

El Ministerio de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) calificó el incidente de «ejecución extrajudicial», e hizo un llamamiento a la comunidad internacional y a la Corte Penal Internacional para que tomen medidas e investiguen lo sucedido.

El grupo islamista Hamás, que controla de facto Gaza, considera que los hechos «reflejan el rostro criminal de la ocupación» israelí.

Por su parte, la mayor parte del Gobierno israelí ha cerrado filas a favor de los agentes. El primer ministro, Naftali Benet, defiende la acción policial, y asegura que el vídeo completo de los hechos grabado por las cámaras policiales «no deja lugar a dudas"»

«Los policías actuaron de manera ejemplar, exactamente como se requiere», y «neutralizaron» al agresor «según fue necesario», dijo en declaraciones previas a la reunión del Gabinete de ministros.