Se estima que cada año más de 100 millones de euros en herencias no reclamadas pasan a las arcas del Estado español, una cifra que en Europa llega a un billón. Los bilbotarras Guillermo García y Cristina Gómez detectaron una oportunidad de negocio y en octubre lanzaron el primer servicio online de averiguación patrimonial: EncuentraTuPatrimonio.com. La respuesta inicial ha sido buena y cerraron el año en positivo.

Los dos promotores se conocen desde hace años y la idea surgió durante el verano. Basándose en su experiencia personal se dieron cuenta de que encontrar el patrimonio durante la gestión de una herencia es «una tarea muy complicada y emocionalmente dura». García explica algunos aspectos de la problemática. Los bancos no tienen obligación de informar a las personas herederas sobre las cuentas de los difuntos, cada vez es más común tener seguros, las nuevas generaciones utilizan cada vez menos los bancos tradicionales, lo que a futuro dificultará la búsqueda, y «el 40% de los españoles fallece sin testamento».

Detectada la necesidad, identificaron a sus competidores: los despachos de abogados, que a menudo se limitan a lo plasmado en el testamento, y los detectives privados, que «no están especializados, no son fáciles de encontrar y su coste es elevado». La ventaja principal del servicio es que se contrata totalmente online, razón por la que su precio es «bastante competitivo».

La sociedad limitada ofrece tres tipos de informes. El previo consiste en buscar si existe un testamento y, en tal caso, en qué notaría y con qué fecha se hizo; así como en tramitar el certificado de defunción. El estándar rastrea cuentas bancarias y productos financieros; y el premium incluye también los seguros con cobertura de fallecimiento, así como las notas simples de los inmuebles y los vehículos de la persona fallecida. El precio es de 50 euros, 250 euros y 450 euros, respectivamente. El previo está listo en unas dos semanas, mientras que los otros dos requieren de unas ocho, pero García matiza que un despacho de abogados puede tardar siete u ocho meses y su precio va de 4.000 euros a 7.000 euros.

Buena acogida

Lanzaron el servicio el 4 de octubre y la acogida ha sido «muy positiva». García explica que ha despertado el interés de varios inversores en caso de abrir una ronda de financiación, así como el de la incubadora Attico Lab, el Hub de Legaltech o BerriUp. Beaz Bizkaia les ha otorgado una subvención y el apoyo de una mentora, y han sido finalistas del Premio Expansión de Startup 2021. Así mismo, han logrado una docena de clientes y tres despachos de abogados que les han contactado para colaborar.

Estiman que un 70% de sus clientes vienen a través de la web y el 30% restante de colaboraciones con despachos de abogados y funerarias que quieren incorporar este servicio. «Nos sirve como forma de atraer clientes», afirma el responsable. Están trabajando para ampliar su negocio de forma horizontal, en crear la primera red de averiguación patrimonial europea, «de momento para españoles –unos seis millones y medio viven en el extranjero–», y una vez consolidada la abrirán a residentes de otros países.

A lo largo de 2022 quieren incorporar un informe europeo que incluya al Estado francés, Inglaterra, Alemania e Italia. A medio plazo, extender sus servicios a los ciudadanos de otros países que tengan sistemas legislativos y trabas similares, y a 3-4 años vista, introducir de una manera más pertinente la tecnología en el sector legal, por ejemplo, con servicios notariales como testamentos con blockchain.

Ambos emprendedores compaginan este proyecto con sus empleos. Gómez es asesora jurídica y de riesgo en Kutxabank, mientras que su socio estudió Economía y trabaja en Suiza en Porter & Gamble. García afirma que emprender, en sentido amplio, es algo que siempre le ha gustado: con 10 años compraba cartas Magic a los amigos de su hermano y la revendía. Ésta no es su primera empresa, hace cinco años creó Elqano con unos compañeros de Ginebra. Con sede en Bidarte se dedica a la gestión del conocimiento para grandes empresas y ha sido seleccionada por el programa Microsoft for Startups. La vivencia es muy diferente a la actual, ya que necesitaron dos o tres años de desarrollo antes de facturar. «Vi que el emprendimiento es muy sexy cuando se lo cuentas a la gente, pero realmente requiere de mucho trabajo».