Joseba Salbador

Las sidrerías navarras capean el temporal

Las bodegas navarras afrontan otro año lleno de incertidumbre. La cosecha ha sido muy buena, pero ahora lo que hace falta es que aumenten las ventas, muy tocadas el pasado año por la pandemia.

Jesús Angel García, en el exterior de la sidrería Larraldea de Lekaroz.
Jesús Angel García, en el exterior de la sidrería Larraldea de Lekaroz. (NAIZ)

La temporada de sidrerías en Nafarroa arrancará el próximo sábado día 22 de enero, aunque este año no se celebrará el tradicional acto de apertura de las kupelas, a causa de las medidas impuestas por el Gobierno navarro para hacer frente a la pandemia del Covid-19.  

Dichas medidas estarán en vigor en principio hasta el 18 de enero, y los sidreros confían en que a partir de ese día se vaya «abriendo la mano». Es lo que afirma Jesús Angel García, responsable de la bodega Larraldea de Lekaroz y presidente de la asociación de productores navarros.

De momento, los clientes no podrán beber de pie, aunque podrán levantarse a coger sidra de las kupelas, tanto del vaso como de la jarra. La norma lo único que establece es que hay que beber sentado a la mesa.

En lo que respecta a la presente temporada, Jesús Angel señala que ha sido una cosecha muy buena tanto en cantidad como en calidad. «Después de la escasa cosecha del año pasado, esta última ha sido muy abundante y sana, y ello nos ha permitido elaborar toda la sidra con nuestra propias manzanas», explica. Añade que este año, además, la manzana «ha venido en su época, ni se ha adelantado ni se ha retrasado como ha ocurrido en años anteriores».

El problema ha sido que los sidreros no han podido recoger toda la cosecha, ya que en sus bodegas tenían sidra del año pasado y ahora han completado su capacidad sin necesidad de utilizar toda la manzana. «Se nos ha juntado todo, una cosecha abundante, algunos miles de litros del año pasado sin poder vender…». Por ello, la producción de este año ha sido algo inferior a los 150.000 litros del pasado año.

Y es que el balance de 2021 no fue bueno, tanto en lo que se refiere a las ventas en la propia sidrería como al canal de hostelería, el más importante para este sector. «Teniendo en cuenta que en la temporada del txotx tuvimos cerrado y que bares y sociedades gastronómicas han permanecido también cerrados, las ventas bajaron alrededor de un 20%».

El canal que mejor funcionó fue el del comercio, ya que las sidrerías navarras han podido mantener la cuota de mercado que mantienen en las tiendas de los pueblos.

Pese a todo, el presidente de la asociación navarra se muestra optimista y espera que lo peor de la sexta ola pase pronto y el próximo día 18 el Gobierno de Nafarroa pueda aligerar las restricciones. «Esperemos que a partir de ese día se vaya abriendo la mano, pero como con la pandemia no se puede saber lo que va a pasar dentro de dos días, todo está en el aire», insiste.

Subida de los costes

Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que este año el encarecimiento de los suministros va a llegar también al sector. «Todo lo que es el tema del envase, tanto botellas como corchos y cajas de cartón, se ha encarecido mucho este año y ello hará que el precio de la botella suba entre un 10% y un 20%», avanza Jesús Angel, quien se lamenta que «al final, el envase cuesta más que el contenido. Es triste decirlo, pero es así».

En cuanto a los precios del menú de sidrería, el presidente de la asociación indica que eso dependerá del precio en el que cada sidrero negocie con sus proveedores, aunque también es cierto que la carne se está encareciendo.