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Rusia veta la entrada a Biden y otros 962 estadounidenses

Entre las respuestas a las sanciones occidentales, Rusia ha prohibido la entrada al país de casi mil estadounidenses, entre ellos a Joe Biden, que este sábado ha hecho oficial, con su firma, el fondo de 40.000 millones de euros para Ucrania.

Protesta contra la visita de Joe Biden en Seúl, donde ha firmado la ley que otorga 40.000 millones de dólares en ayuda a Ucrania.
Protesta contra la visita de Joe Biden en Seúl, donde ha firmado la ley que otorga 40.000 millones de dólares en ayuda a Ucrania. (Anthony WALLACE | AFP)

Rusia ha prohibido este sábado la entrada en el país de manera permanente al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y a otros 962 ciudadanos estadounidenses, en respuesta a las sanciones de Washington contra Moscú.

El Gobierno ruso ha señalado que las contrasanciones rusas apuntan a «obligar al régimen gobernante estadounidense, que intenta imponer al resto del mundo un orden mundial neocolonial basado en reglas, a cambiar su conducta y a reconocer las nuevas realidades geopolíticas».

Biden figura en la lista, ordenada alfabéticamente, con el número 31, seguido de su hijo Hunter.

Entre los altos cargos estadounidenses sancionados se encuentran, entre otros, el secretario de Estado, Antony Blinken, el titular de Defensa, Lloyd Austin, y el director de la CIA, William Burns.

Igualmente, incluye a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, al líder de la mayoría del Partido Demócrata en el Senado, Chuck Schumer, así como a otros congresistas y senadores, la mayoría del Partido Demócrata, como Alexandra Ocasio-Cortez.

También se le ha prohibido la entrada en país al actor Morgan Freeman, quien en 2017 grabó un vídeo en el que acusó a Rusia de conspirar contra Estados Unidos.

Biden firma la ayuda de 40.000 millones de dólares

Moscú ha anunciado las sanciones poco después de que Washington informara de que Biden promulgó con si firma el proyecto de ley que contempla un paquete de ayuda adicional a Ucrania por casi 40.000 millones de dólares. Para acelerar el proceso, la ley se le envió a desde, donde el presidente estadounidense se encuentra en su gira asiática.

De esta cantidad, unos 9.000 millones de dólares se destinarán a reponer los equipos militares que EEUU ha enviado a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa.

Otros casi 4.000 millones costearán las operaciones del Comando Europeo de las tropas estadounidenses, mientras que el resto se destinarán para cubrir la escasez de alimentos y ayuda humanitaria.

El nuevo paquete de ayuda estadounidense recibió la aprobación del Congreso a pesar de los recelos del senador republicano por Kentucky, Rand Paul, quien exigía un mecanismo específico de supervisión dada la enorme cuantía del mismo. El mecanismo fue rechazado.

Como comparación, casi cuadruplica la todavía promesa de Biden para el apoyo a todos los países pobres en la lucha contra el cambio climnático, 11.000 millones de de dólares.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, se ha felicitado de esta ayuda y ha reclamado la rápida entrega de blindados de todo tipo.

Arsenal occidental destruido

Zelensky espera que la segunda reunión virtual del grupo de contacto militar para Ucrania, que se celebrará el lunes con la participación de los ministros de Defensa de más de 40 países, decida sobre la entrega al Ejército ucraniano de sistemas de misiles estadounidenses MLRS, un sistema que puede tener un alcance de hasta 300 kilómetros, y que considera clave para hacer retroceder a las fuerzas rusas.

Kiev confía en que este armamento frenará el avance de las fuerzas rusas en el este, sobre todo en la provincia de Lugansk, que Rusia espera controlar en su totalidad en breve, y donde los combates se han endurecido esta semana en torno a las ciudades de Severodonetsk y Lishihansk.

El Ejército ruso tiene precisamente entre sus objetivos los arrsenales occidentales y este sábado ha anunciado que destruyó con misiles de crucero 'Kalibr' unos 100 kilómetros al noroeste de Kiev, una importante partida de armamento procedente de Estado Unidos y países europeos, interceptado junto a la estación ferroviaria de Malín, a unos cien kilómetros al noroeste de Kiev, y destinado a las fuerzas ucranianas en el Donbass.