Varios foros debaten esta semana las peticiones del Gobierno ucraniano que llama a todas las puertas internacionales pidiendo apoyos, sobre todo, en forma de armamento.

Tras el claro respaldo de 40.000 millones de dólares firmado por Joe Biden el sábado, que se suma a las anteriores entregas de arsenales, otras demandas, sin embargo, no van al ritmo deseado por Kiev.

La adhesión a la UE «llevará 15 o 20 años», según el ministro francés de Asuntos Europeos, Clément Beaune, que advirtió que «decir que va a entrar en seis meses, uno o dos años es mentir. No es verdad. No quiero vender a los ucranianos ilusiones y mentiras. Decirles: “Bienvenidos a la UE, pero no habeís leído la letra pequeña. Es dentro de quince años”, prepara decepciones para toda una generación del pueblo ucraniano.

En su lugar, el ministro propone a Kiev que se sume a la «comunidad política europea» propuesta por el presidente francés, Emmanuel Macron,  y que, sostiene, «es una puerta abierta» que garantiza beneficios para la reconstrucción del país. También Berlín descarta «atajos» en la integración.

Pero Kiev rechaza este «trato de segunda» que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ve como una puerta cerrada. «No necesitamos alternativas a la candidatura», señaló el sábado.  

Y ayer reiteró su esperanza de que su país obtenga en junio el estatus de país candidato después de que el presidente polaco, Andrzej Duda, le asegurara en Kiev el apoyo de Polonia y el suyo personal. Zelensky opinó que para entrar en la UE necesita «embajadores y amigos poderosos». «Creemos que esto ocurrirá y contamos con el estatus de país candidato a la UE en junio. Contamos con el poderoso apoyo de Andrzej en esta cuestión», añadió.

Zelensky también buscará amigos poderosos en el foro de Davos, que hoy inaugurará de forma virtual. Lejos de negociaciones como las que protagonizaron griegos y turcos en 1986 sobre Chipre, o Yaser Arafat y Simon Peres en 1994, o el apretón de manos entre Nelson Mandela y Willem de Klerk, no habrá diálogo con Moscú, ya que no se ha invitado a ningún representante del Gobierno ni de empresas rusas.  

EEUU presiona a India

Ucrania protagonizará mañana, de forma indirecta, un tercer foro internacional. En la cumbre en Japón de los líderes del Diálogo de Seguridad Cuadrilateral (Quad), el presidente de EEUU, Joe Biden, intentará alejar al primer ministro de India, Narendra Modi, de la postura cauta ante la invasión rusa.

El Gobierno inidio ha seguido la línea de China de plantear diálogo en lugar de sanciones, una actitud que Biden llegó a describir como «temblorosa».

El ministro de Exteriores indio, Vinay Mohan Kwatra, reiteró el sábado la postura de Nueva Delhi. «Desde que comenzaron las hostilidades en febrero, pedimos el cese inmediato de los combates y creemos que el camino de la diplomacia y el diálogo sigue siendo la mejor política para avanzar en este sentido», aseguró.

La cumbre, que contará también con la participación del primer ministro japonés, Fumio Kishida, y el primer ministro electo de Australia, Anthony Albanese, tiene sobre todo el objetivo de frenar la influencia de China en la región del Indo-Pacífico. En respuesta, el ministro de Exteriores de China, Wang Yi, denunció que las intenciones de Biden están «condenadas al fracaso» y que EEUU solo tiene una misión en la región: sembrar la discordia y  destruir la paz.

La guerra se recrudece en torno a Severodonetsk

Las pérdidas de vidas, infraestructuras y material bélico se está disparando en el frente del Donbass. Los bombardeos de las tropas rusas contra 45 localidades en las regiones de Donetsk y Lugansk causaron el sábado la muerte a nueve civiles, según las autoridades ucranianas, mientras el Ministerio de Defensa de Rusia aseguro que destruyó seis puestos de mando del Ejército ucraniano con misiles y fuerzas de aviación.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, calificó la situación del Donbass como «muy difícil» y auguró que está fase de la guerra será «sangrante». La ciudad de Severodonetsk, en plena línea del frente, es el principal objetivo de las fuerzas rusas, que recrudecen los bombardeos sobre objetivos en las zonas cercanas. Kiev asegura estar resisitiendo el avance ruso, pero reclama más armas para poder seguir haciéndolo. Sobre todo, los sistemas antimisiles MLRS.

Las fuerzas ucranianas también actúan en la retaguardia rusa con atentados, como el que mató ayer al alcalde de Energodar, Andrei Shevchik, en un ataque con explosivos en el portal de su domicilio.


Riesgo en el Ártico
Rusia considera «muy alarmante» que la región ártica se esté convirtiendo en un «teatro internacional de acciones militares». «Vemos cómo aumenta la actividad militar internacional en las altas latitudes», advirtió el embajador ruso de misiones especiales Nikolai Korchunov, al comentar la petición de ingreso en la OTAN de Suecia y Finlandia.