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Londres

Gran Bretaña introduce un impuesto temporal del 25% sobre los beneficios de las petroleras

El Gobierno británico ha anunciado la introducción de un impuesto temporal del 25% sobre los beneficios de las compañías de petróleo y gas, que se han lucrado con el alza de los precios de los hidrocarburos, a fin de financiar varias ayudas a la población para combatir la rampante inflación.

Las grandes petroleras, como BP, tendrán que pagar en Gran Bretaña un impuesto temporal por sus beneficios.
Las grandes petroleras, como BP, tendrán que pagar en Gran Bretaña un impuesto temporal por sus beneficios. (Ben STANSALL/AFP)

Gran Bretaña ha introducido un impuesto temporal del 25% sobre los beneficios de las petroleras. Así lo ha anunciado el ministro de Economía, Rishi Sunak, quien ha precisado que esta nueva tasa, a la que previamente el Ejecutivo conservador se había opuesto, estará compensada por una desgravación fiscal del 80% que recibirán las empresas que reinviertan sus ganancias en el país.

Esta desgravación se añade a la que ya existe sobre el impuesto de sociedades, de modo que en total las corporaciones no tendrán que pagar impuestos sobre aproximadamente 91,25 peniques de cada libra (1,17 euros) que inviertan.

El nuevo «impuesto sobre los beneficios de la energía», a su vez, se suma también a los ya existentes hasta un gravamen total del 65%.

Sunak ha calculado que la tasa, que entra en vigor este jueves y se retirará cuando «los precios vuelvan a niveles históricamente más normales», recaudará en torno a 5.000 millones de libras (5.885 millones de euros) este año, y no descartó aplicar una similar al sector eléctrico y de gas natural.

En total, el ministro ha señalado que su paquete de ayudas, que incluye un descuento universal en la factura energética, tiene un coste de 15.000 millones de libras (16.600 millones de euros).

«El sector del petróleo y el gas ha obtenido beneficios extraordinarios no como resultado de cambios en su asunción de riesgos o de la innovación o la eficiencia, sino por el aumento de los precios de las materias primas a nivel mundial, impulsado en parte por la guerra de Rusia» en Ucrania, ha explicado Sunak en la Cámara de los Comunes.

«Por esta razón, acepto el argumento de que hay que gravar esas ganancias de manera justa», acompañándolo de incentivos para la inversión, ha añadido.

Ayudas a los desfavorecidos

El llamado canciller del Exchequer ofrecerá también una ayuda puntual de 650 libras (750 euros) anuales a los hogares más desfavorecidos (que reciben subvenciones públicas) y un descuento de 400 libras anuales (470 euros) a cada hogar en su factura energética, lo que sustituye una medida previa por la que concedía un préstamo de 200 libras (235 euros).

También ha anunciado un pago este año fiscal de 150 libras (176 euros) a las personas con discapacidades y ha adelantado que los subsidios y las pensiones aumentarán el próximo abril por el valor de la inflación.

Sunak ha sostenido que tiene sentido tratar de combatir las presiones inflacionarias a corto plazo para que no se cronifiquen y ha asegurado que el Estado tiene «herramientas para controlar la inflación», mediante la política monetaria del Banco de Inglaterra, la responsabilidad fiscal y tomando medidas para resolver los problemas en las cadenas de suministro.

El pasado martes, el regulador británico del sector de la energía, Ofgem, advirtió de que en octubre probablemente elevará hasta un total de 2.800 libras (3.276 euros) anuales el tope que los suministradores pueden cobrar a los usuarios, para reflejar las condiciones del mercado.

El máximo anual actual, incrementado el pasado abril, es de 1.971 libras (2.306 euros), lo que ha sumido ya a parte de la población en una situación de pobreza energética.

La medida ha sido bien recibida por Oxfam, cuyo responsable Sam Nadel ha considerado «justo que se pida a las empresas de combustibles fósiles que obtienen beneficios excesivos que contribuyan más en un momento en el que tantas familias se han quedado sin opciones».

Según un sondeo de YouGov a 1.755 adultos, uno de cada cinco británicos (22%) afirma que le cuesta o no logra llegar a fin de mes, un incremento de 12 puntos porcentuales respecto a mayo de 2021.

Sin embargo, Ami McCarthy de Greenpeace ha calificado el impuesto excepcional de mero «parche», criticando que se grave a las empresas energéticas solo el 25% de sus beneficios en lugar de hacerlo al 70%, lo que «podría haberse utilizado para proporcionar un alivio a corto plazo a los hogares y también mejorar sus viviendas para garantizar que utilizan y desperdician menos energía, y mantener las facturas bajas en los próximos años».