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Convocada huelga en el sector de alojamientos de Gipuzkoa los días 7, 8 y 9 de julio

Los sindicatos del sector de alojamientos de Gipuzkoa han convocado una huelga para los días 7, 8 y 9 de julio con el fin de reivindicar mejoras en el convenio que por ahora rechazan las patronales.

Entrada a la sede de la Asociación de Hostelería de Gipuzkoa.
Entrada a la sede de la Asociación de Hostelería de Gipuzkoa. (NAIZ)

Representantes de los sindicatos ELA, CCOO, LAB y UGT del sector de alojamientos de Gipuzkoa han comparecido este martes para avisar que si no hay avances habrá más paros, «y evidentemente no van a ser de tres días».

La advertencia la ha realizado Mari Luz Rodríguez, de ELA, central que suma el 67,60% de la representación en un sector al que están llamadas a la huelga 1.825 personas.

Junto a ella han comparecido Manu Dávila, de CCOO, sindicato con el 15,49 % de la representación; Iker Callao, de LAB (14,08%), y Roberto Alonso, de UGT (2,8%), para anunciar unos paros que atribuyen a que la Asociación de Empresarios de Hostelería de Gipuzkoa y Adegi «no dejan otro camino a la plantilla que no sea la movilización».

Rodríguez y Callao han explicado que han celebrado cinco reuniones tras la constitución de la mesa negociadora en enero y los empresarios han rechazado las propuestas de los representantes de la plantilla con el argumento de «la incertidumbre» que padece el sector, «a pesar de que los datos manifiestan claramente que éste está evolucionando a un ritmo inesperado». Hoy mismo se ha conocido que las pernoctaciones hoteleras en mayo de 2022 han subido un 191,2% respecto al mismo mes de 2021.

«Las plantillas llevan sufriendo desde marzo de 2020 una perdida notoria de condiciones laborales, así como cambios de calendarios, descansos semanales… Hasta aquí hemos llegado, está claro que la intención de las patronales es empobrecer a las plantillas y empeorar las condiciones laborales», han remarcado.

Menos empleos, más plazas

Tiene que haber «un salto importante» en la negociación del convenio para que descarten nuevas jornadas de huelga, pues no van a permitir «planteamientos salariales que no sean del IPC por cada uno de los años de vigencia –de 2020 a 2023–», ni van a «entrar a regular condiciones regresivas en las ratios» de un sector que tiene en las camareras de piso «uno de los departamentos más desectructurados y más feminizado».

Los sindicatos exigen una subida salarial igual al IPC+2 puntos para los cuatro años, mientras que las patronales ofrecen congelación de los sueldos para 2020 y 2021; incremento del 3,3% para 2022, del 3% para 2024, y un aumento para 2024 del IPC con un tope del 2%. Además, los empresarios «son reacios a regular las ratios», especialmente «ajustadas» en el caso de las camareras de piso.

«Estos planteamientos son inaceptables para los trabajadores porque hay una clara intención de empeoramiento de las condiciones tanto salariales como laborales», opinan los sindicatos.

Han remarcado que el número de personas empeladas del sector en abril del 2022 era inferior al mismo mes de 2019, cuando «hay un número mayor de plazas de ocupación. Realmente existe una destrucción de empleo en un contexto de crecimiento constante, tanto de ocupación como de aperturas de hoteles y de precios de habitaciones».