La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) ha denunciado que 140 cooperantes han muerto víctimas de ataques armados en todo el mundo a lo largo de 2021, el año más letal desde 2013, a los que hay que sumar otros 203 heridos y 117 secuestrados.

La OCHA denuncia asimismo otros 44 cooperantes muertos en 168 ataques desde principios de este año, ejemplo de los peligros que atraviesan los trabajadores humanitarios en un momento en que las necesidades de las poblaciones más vulnerables del mundo se acercan a niveles de gravedad «nunca vistos hasta ahora».

El informe de la OCHA precisa como principal causa de muerte los disparos por arma de fuego, seguida de ataques aéreos y bombardeos, la mayoría de ellos en Siria. Todos los trabajadores fallecidos, excepto dos, eran ciudadanos del país donde estaban realizando su labor en el momento de su asesinato.

Este documento sale a la luz pública a pocos días de la conmemoración, el 19 de agosto, del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, que conmemora el aniversario del catastrófico atentado de 2003 contra el Hotel Canal de Bagdad que costó las vidas de 22 trabajadores humanitarios, entre ellos el representante especial de las Naciones Unidas en Irak, Sergio Vieira de Mello.

El atentado, perpetrado por la organización terrorista del Grupo del Monoteísmo y la Yihad, tenía como objetivo la sede de la misión de la ONU en Irak, creada solo cinco días antes del ataque.

«Las necesidades humanitarias han alcanzado nunca vistos hasta ahora y los trabajadores humanitarios están trabajando en entornos cada vez más peligrosos», ha lamentado Martin Griffiths, Coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU y Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios.

«Al celebrar el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, rendimos homenaje a todos los trabajadores humanitarios que a menudo trabajan en condiciones peligrosas para ayudar a otros necesitados, y conmemoramos a aquellos que han perdido la vida en el cumplimiento del deber», ha añadido.